Escribiendo en las sombras

Como sé que alguien deseaba esto, aquí va. Subiendo un capítulo más, ahora Alexia se enfrenta a un terrible dilema, mientras el equipo destinado al planeta de los Yaata se encuentra perdido y sin rumbo. ¿Qué demonios estará pasando en la mente de este totalmente ido autor? D:

Capítulo 26

La nave se dirigía hacia la sede de Blacksteel, Alexia conducía mientras Larry descansaba en un sillón detrás de ella.
-¿Qué pasó dentro de la base?
-El jefazo estaba loco, me hizo apretar botones para salvar agentes, y no recuerdo mucho más.
-Si, claro... ¿No pasó nada más?
-No, nada de nada. ¿No te fías de mí? -sonrió él.
-Si, si...
Ella sacó la pistola de su bolsillo, lentamente, sabiendo que lo que estaba a punto de hacer, era difícil, sí, pero debía hacerlo. Por Blacksteel. Por el Imperio. Por todo. Era totalmente necesario...
-¿Te encuentras bien, Alexia?
-¿Eh?
La sorpresa hizo que soltara el arma y cayera al suelo. Larry la cogió y le dijo:
-Toma, se te ha caído.
Ella la agarró, temblando, con una mano, sin girarse. Estaba sudando, y entonces, Larry le preguntó:
-¿Por qué llevas la pistola mientras conduces?
-Eh...
-Mírame a los ojos.
Ella sabía que en el mismo momento que lo mirara, ya estaría completamente perdida, podía matar a cualquier persona sin pestañear. Pero a él...
-Por favor, Alexia, mírame.
Se giró despacio, y miró esos ojos que siempre la habían hipnotizado. Y lentamente, le apuntó con la pistola. Larry retrocedió asustado:
-¿Qué haces?
-Por ser un traidor a Blacksteel... Por ser un traidor al Imperio...
-¿Pero que estás diciendo? ¿Estás loca?
-Escuché todo lo que dijisteis en la base de los Basureros...
Se secó las lágrimas que le caían y medio atontada, siguió apuntándole.
-¿Qué escuchaste?
-Aquello del Pacto, y Johann Valley...
-¿De qué estás hablando?
-No te hagas el despistado. No me lo pongas más difícil...
-¡Cuidado, detrás de tí!
-¿Tan desesperado estás? Por favor, ponte de...
La nave se tambaleó al haber colisionado con un árbol, y empezó a arder por una de las alas. Alexia tropezó y la pistola salió volando de sus manos. Larry la cogió, y apuntó a Alexia a la cabeza.
-¿Vas a matarme, verdad?
-No... No sé lo que estoy haciendo.
-¿Pero qué...?
Miró a sus ojos, y vió que estaba totalmente aterrorizado por lo que pasaba, y supo que era cierto. Otro temblor hizo que Larry perdiera pie y la pistola saliera por la ventana.
-¡Vamos a morir!-dijo Larry
-No, no moriremos. Y aunque muramos... Te tengo que decir que te...
-Ya me lo dijiste.
-¿Qué?
La nave se estrelló contra un árbol y explotó. Trozos de metal salían volando, estrellándose contra árboles cercanos y cortándolos totalmente.

Kapón aterrizó sobre la hierba, y se levantó, dolorido. A su alrededor, el resto estaba también recuperándose del viaje. Se dio la vuelta, y observó una especie de pequeño artefacto de metal en el suelo.
-¿Y eso que es?-preguntó.
Silver se levantó, se atusó la ropa, y contestó:
-Es lo que hemos usado para conectar el agujero de gusano hasta aquí.
-¿Y eso servirá para volver?
-Es obvio que no.
Todos se giraron a mirar a Silver, con la boca abierta:
-¿Y cómo demonios volvemos?
-Pueees... Ehm. Pues eso.
-¿Tú no eras un genio, pedazo subnormal?-exclamó Rika
-Eh, eh, menos malos rollos, que aquí somos un equipo, ¿eh?
-Ni equipo ni leches, yo a este me lo cargo-dijo Kapón sacando el rifle de su espalda y apuntándole.
Silver miró al rifle, y de repente salió disparado de las manos de Kapón, lo agarró y entonces era él quién le apuntaba.
-No me desafíes. O morirás. Ya nos iremos con algún artefacto Yaata.
-Vamos armados, y es posible que terminemos luchando, ¿crees que nos dejarán marcharnos en sus cacharros? -dijo Rika, exasperada.
-Si no lo hacen, les obligaremos. Y ahora... ¿dónde estamos?
-Pues no sé. Es una colina con hierba... Y hasta donde alcanza mi vista, es todo igual.
-¿No habéis traído mapas? ¿Dónde vamos? Vosotros tampoco es que fuérais muy preparados.
Les miró mal, y le devolvió el rifle a Kapón, que seguía sin saber como lo había hecho. De pronto, de detrás de Neo, surgió Alice, que tímida, enseñó un dispositivo con los mapas que se tenían del planeta.
-Vaya, fantástico, Alice. No sabía que habías venido -dijo Kapón sorprendido.
Neo sonrió y dijo:
-Su capacidad para pasar inadvertida es maravillosa.
Alice se puso roja y miró hacia otro lado. Kapón lanzó una carcajada y dijo:
-Si que era tímida, si. Y normal, es insignificante.
Rika le pegó un codazo en el estómago, y cayó de rodillas con expresión dolorida. Alice susurró algo, y Neo le pidió que repitiese.
-Tenemos que viajar hacia el norte, para llegar a la capital. Hay que caminar por todo el Mar de Hierba, al menos un día andando.
-¿Un día andando? -exclamó uno de los del equipo marciano.
-Si, un día entero. Igual hay una ciudad más cercana, pero está al sur. Podríamos dividirnos en dos, así aseguramos que encontraremos ayuda en el sitio donde vayamos- dijo Neo.
-Buena idea, Neo. A ver, yo, Rika, tú y Alice al norte, y al sur, Kapón y mi equipo. ¿Bien?
Kapón se alzó para protestar, pero Rika le calló con un gesto de la mano y dijo:
-Encantada. Vamos.
Y los dos equipos se dividieron, uno al norte, y otro al sur.

En la zona del accidente, la nave ardía brutalmente, y los árboles cercanos estaban ya medio carbonizados. Y por el bosque, tres sombrías siluetas se aproximaban...

Extrañado, coloco el capítulo 25, dándome cuenta de que hace muy poco que subí el anterior. Espero, que alguien lo haya leído ;D

Capítulo 25

Alexia seguía al Basurero por los oscuros túneles que pasaban por debajo de la casa, de la tierra, que pasaban por debajo de los Pirineos, girando y retorciéndose por las entrañas de la Tierra, hasta que el Basurero se detuvo delante de una puerta y dijo:
-Aquí es.
Alexia le pegó un tiro, y lo dejó seco. Pegó el oído a la puerta, y comenzó a escuchar.

Larry llevaba más de la mitad de cápsulas completadas, y desde el primero no había matado a nadie. La sombra entonces, se acercó y se dejó ver. Era un hombre con el pelo blanco, piel blanca, y unos ojos violetas que destacaban en su cara. Entonces, dijo:
-Ya puede dejarlo, Gran Señor. He comprobado su identidad correctamente.
Larry se quedó clavado en el suelo, y entonces, preguntó:
-¿Cómo que Gran Señor? Yo no...
Entonces, algo despertó en su interior, sintió como algo, escondido durante años, tomaba el control y perdió la conciencia.

Alexia se quedó clavada, escuchando por el resquicio de la puerta.
-¿Gran Señor? ¿Qué demonios...?
Entonces, escuchó la voz de Larry decir:
-¿Cómo llevamos el plan, Borgën?
-Bien, señor. Localizamos otro de los hijos del Pacto. Está en Asia, viviendo bajo otra identidad, es uno de los mayores, un empresario famoso, Johann Valley. Tiene un negocio de transportes espaciales.
-Bien, bien... Hacedle una visita cuando podáis.
-Señor... ¿Está todo listo ya?
-No... A pesar de todo el tiempo que llevo, es difícil conseguirlo. Pero voy mejorando. Todo es cuestión de tiempo. Además... Hay gente que actúa como interferencia.
-¿Quiere que las eliminemos?
-No, no sería productivo. Bueno, entonces, ¿todos los detalles claros, Borgën?
-Sí, mi señor. Todo se realizará según sus planes. La Revolución Basurera se detendrá mañana.
-De acuerdo, empieza a pararla ahora, si no, no llegará a tiempo. Aprovecha, e intenta influir en que el Imperio contrate a Johann para el transporte de las basuras. Así lo tendrás cerca, y no necesitarás a los asiáticos. Tenemos que tener cada detalle controlado. Si lo conseguimos, todo, absolutamente todo, será absolutamente genial. Porque todo llegará, por todas partes, el caos. La Sombra Eterna se alzará sobre este planeta, y lo cubrirá. Al igual que haremos con todo el Imperio Galáctico, que caerá, y reinaremos, reinaremos sobre la oscuridad, la destrucción. El final de todo. Llegará, con nuestros impredecibles guerreros. Lucharemos. Y venceremos.

Alexia escuchó como Larry empezaba a reír como si estuviera totalmente loco, y unas lágrimas le cayeron. Era un traidor. Un traidor al Imperio. Un traidor a todo lo que conocía. Y lo amaba. Desde los tiempos del Comando Delta, cuando acababan juntos con los terroristas, con los revolucionarios, con todos. Lo amaba, profundamente. Pero era su capitán. Y si Larry ahora, era del bando de los malos, por mucho que le doliese, debía acabar con él. Preparó su pistola, y entró como un vendaval a la habitación. Pero solo encontró a Larry tendido en el suelo, inconsciente, y en el monitor del fondo, grandes letras rojas que rezaban "Autodestrucción en 20 minutos."
-¿Qué...?
-¿Alexia? Alexia... ¿Eres tú?
Larry se estaba levantando, y ahora no tenía pruebas de nada, así que no podía acusarlo de nada. Y tenían que salir rápido de ahí, aunque realmente tuvieran tiempo de sobra para salir.
-¿Larry, estás...?
-Me quedé inconsciente. ¿Puedes ayudarme, por favor?
-Sí, claro...
Lo ayudó a levantarse, y salieron del edificio, cogieron la nave, y se dirigieron a Blacksteel.

Capítulo 24

La nave volaba rauda y veloz hacia los Pirineos, no tardaría mucho en alcanzar su objetivo. Mientras, sentado, Larry observaba el paisaje, y pensaba en las palabras del misterioso líder de los Basureros. Tenía androides bajo sus órdenes, había sublevado a todos los basureros de un Sistema Solar entero... Aunque solo estaban en guerra los de la Tierra. Según los informes de la nave, habían montado bases en las ciudades, los ciudadanos se mantenían a salvo en sus casas, pero los basureros no parecían querer detenerse, así que debía ser lo más rápido posible.

Mientras tanto, en la bodega de la nave, Alexia estaba tumbada, esperando a que se detuviese la nave, ella también pensaba. Pensaba en aquel agente que se le apareció en aquellas extrañas ruinas, y en el puzzle que dejó a mitad. No había vuelto a ver al agente, y no se fijó más en el puzzle. Ahora iba en una nave hacia la boca del lobo, sin armas, sin nada para defenderse, tan solo para alcanzar a un chico que amaba, pero que nunca había tenido el valor para confesárselo... Aunque tenía la extraña sensación de haberlo hecho, pero no recordaba cuando.

Y en Marte, el equipo Wormhole marciano, Rika, Alexia y Neo esperaban. Los que tecleaban cesaron, y un pequeño pitido se escuchó. Silver se giró hacia los miembros de Blacksteel terrestre y les dijo sonriendo:
-Ya está todo listo. ¿Partimos?
-Eh, por supuesto.
Se prepararon, y se adentraron todos en la esfera, más bonita que la de la Tierra. La esfera seguía despidiendo energía, hasta que el último de ellos pasó y entonces, súbitamente, cesó.

Larry se sentó en el asiento del piloto, y desconectó el piloto automático para aterrizar. De pronto, recibió una transmisión que parecía provenir del Cuartel de los Basureros, situado a menos de un kilómetro a pie de donde pretendía aterrizar.
-¿Larry Corner?
-¿Sí? ¿Quién es?
-Tiene que aterrizar dentro de nuestro perímetro asegurado, por favor. Avance su nave.
Larry redirigió la nave, y cruzó al otro lado de la arboleda. Lo que vio, lo dejó anonadado. Lo único que había al otro lado, era una pequeña casa de madera, rodeada por algunos basureros armados.
Mandó descender a la nave, y aterrizó en la zona delimitada para su llegada. Cuando bajó, varios basureros se le acercaron, lo inmovilizaron y empezaron a registrarle. Solo encontraron la navaja, y entonces, uno sacó un pequeño escáner medio destrozado, y empezó a escanearle. Cuando acabó, señaló varias partes del traje de Larry, que los basureros registraron, sacando todas sus armas ocultas. Las arrojaron al interior de su nave, luego le colocaron unas esposas, y lo condujeron hacia la casa de madera.

Dentro de la nave, Alexia se desperezaba, bostezó, y sacó una pequeña pistola que tenía guardada. Cojeando, bajó de la nave, intentando pasar desapercibida. Nadie le vio, y entonces, empezó a acercarse lentamente hacia la casa.

Minutos después, Larry estaba en una sala, medio en la penumbra. Al fondo, había un gran monitor con todas las actividades de los Basureros en todo el Sistema Solar. Y delante, en un gran sillón, había una figura humana sentada.
-Le hemos traído al señor Corner.
La figura se giró, y una voz de hombre, un tanto extraña, dijo:
-Bien. Dejadnos solos.
Los Basureros que acompañaron a Larry se marcharon, y la figura se acercó a Larry, pero sin salir de la sombra que cubría su rostro.
-Bien, Larry. Te traje para jugar a un juego. ¿Te apetece?
Larry dio un paso atrás, y entonces, gritó:
-¿Qué? ¿ME HAS HECHO VENIR PARA JUGAR?
La figura empezó a reírse.
-Sí, vamos a jugar. Si pierdes, mueren todos.
Señaló a una pared, que se abrió, y dejó a la vista una gran sala, donde estaban todos y cada uno de los agentes de Blacksteel en cápsulas criogénicas. Larry empezó a temblar.
-¿Qué demonios has hecho con ellos?
-Solo están en cápsulas. Ahora, juguemos. Va a ser un juego de azar.
Una especie de mesa con tres botones apareció delante de Larry, y se colocó delante de ella.
-Mira, si sigues con esto, Blacksteel atacará la base, y os destrozará a todos. Tiene efectivos en los proyectos de nivel 9, y contra esos…
-Deja de alardear. Blacksteel está perdida. Y… Bueno, no tenéis ni idea de todo lo que se os viene encima. Ni idea. Por todas partes os acechan las sombras que más tarde os destruirán. Del exterior, y del interior mismo de Blacksteel. ¡De sus entrañas surgirá un mal que purificará la Tierra!
Larry empezó a sudar. Estaba asustado, ese tipo estaba loco.
-Estás muy loco, suelta a los agentes, y déjame marcharme.
-No, hasta que no juegues a mi juego.
-¿Pero qué sentido tiene jugar ese juego? Déjalos libres y ya está. Si quieres dinero, Blacksteel puede darte.
La sombra empezó a reírse de una manera brutal.
-¿Vuestro dinero? En mi mundo, no tiene ningún valor.
-¿Entonces, eres alienígena?
-Sí. Lo soy. Pero juguemos de una vez.
-¿Solo te importa tu estúpido juego?
-Sí. Y ahora calla. Uno de estos botones salvará al primer agente. Los otros dos harán que muera. Adelante, empieza.
-¿Qué? ¿Estás loco? ¿Cómo puedes dejar las vidas humanas a semejante diversión para tu demencia?
-Tú empieza.
Larry se apoyó en la mesa, y pulsó un botón al azar. Se escuchó un gemido ahogado, y una de las cápsulas de éxtasis oscureció y estalló. Larry se quedó paralizado, y la sombra pareció sorprenderse del resultado. Sin embargo, apretó un botón del control de mandos, y de la pared detrás de Larry surgió una larga y gran aguja.
-Ahora, si fallas, mueres tú también.
Larry comenzó a sudar del nerviosismo. Fue a pulsar un botón, pero notó una sensación de vacío que lo hizo detenerse a mitad de camino. Probó con otro botón, y esta vez acertó, ya que no estalló ninguna cápsula. La sombra pareció contenta, y esperó a que Larry siguiera pulsando botones.

Alexia estaba pegada a la casa, abrió la puerta de una patada y entró rápidamente. Dentro, había solo unas escaleras y un Basurero que se quedó atónito. Ella le apuntó y dijo:
-Llévame con Larry Corner, inmediatamente.
El Basurero comenzó a bajar las escaleras, y Alexia le siguió, hundiéndose en las tinieblas de la misteriosa base de los Basureros.

Estoy escribiendo ahora mismo el capítulo 24. No sé que duración tendrá, realmente. Como una, dos páginas de Word con letra grande. Creo. Bueno, la cosa es que el capítulo está en camino.

Saludos
Rodd

Lo siento, se me olvidó el blog xDDD
Y cuando lo recordé hace unos días, me dí cuenta de que perdí Blacksteel. Sé que lo tengo en alguna parte, así que cuando lo encuentre seguiré publicando.

Gracias
Rodd =D

Quería escribir algo de Blacksteel, porque hace mucho que no subo nada. Sin embargo, cuando me disponía a escribir, me dí cuenta de que tenía Blacksteel en el disco duro portátil, que no tenía en esos momentos xDDDDD

Así que subo el siguiente de Taberna, y espero tener pronto el de Blacksteel.

Capítulo 4

Meses después...

Joseph acarició la barra de la Taberna. Otro día genial. Había un montón de gente bebiendo, fumando, jugando a las cartas... Había una buena venta. Aunque había un asunto que le tenía en vela. Bueno, realmente dos. Uno de ellos era bastante peliagudo, y otro, era que en la Red, estaba por todas partes, había mucha información sobre él. En la Enciclopedia Galáctica se le mencionaba mucho, indicando lugares donde había instalado su Taberna, alguno de sus escondites... Había leyendas circulando sobre él y sobre antepasados suyos. Había una lista de Taberneros antiguos, y una descripción bastante detallada de su Taberna. Pero ninguno de los que iba a su Taberna podía ser, porque pasaban por un escáner cerebral para detectar intenciones de informar sobre él antes de entrar. Entonces, algo se encendió en su cabeza, y se llenó de furia. Fue hacia uno de los cuartos de la Taberna, la abrió y vio a James conectado a la Enciclopedia Galáctica, se acercó a él, le quitó el ordenador portátil y miró que estaba escribiendo. Y entonces, le miró con furia.
-¡Has escrito información sobre mí en la Enciclopedia!
James no sabía dónde mirar y susurró:
-Es que me pagan muy bien por eso.
Joseph le pegó un bofetón y dijo:
-Te vas de la Taberna, ya.
-¡No he contado nada personal, ni importante! Solo cosas sin sentido.
-Me da exactamente igual. Te marchas.
Entonces se giró y empezó a hablar solo:
-Ahora tendré que cambiar... No, no, no... Otra vez no... Las leyendas ya circulaban... Bueno, él solo contó cosas pasadas y si... No, los escondites también los mencionó... Ahora tiene que pagar por lo que ha hecho. Lo mandaré por allí... Así seguro que va a sufrir lo suyo.
Sus ojos reflejaban ira, y un desprecio enorme.
-Te marcharás mañana. Nos vamos a Ghician, prepara tus maletas.
Salio de la habitación, y James pensó:
-Bueno... Pues se acabó, fue bonito mientras duró. Aunque... con el dinero que me he sacado, da igual donde me mande, me voy a pegar la vida padre.
Si hubiera visto la expresión de Joseph en ese momento... No habría dicho eso.

Joseph salió a la sala central de la Taberna y apretó el botón de alarma.
-¡Nos encontraron otra vez! Está siendo bastante problemático últimamente esto. Dad gracias a James por ello, que dio los emplazamientos de escondites. Id pagando.
Pasó la Credit-O-Mátic y cobró a todos, que fueron saliendo de la Taberna rápidamente. James apareció al oír la alarma, y un Arlequín le lanzó una jarra, que consiguió esquivar a duras penas.
-¡Te vas a cagar, pringado! ¡El Tabernero no te perdonará fácilmente! ¡Seguro que te lleva a Ghician!
Y la gente empezó a reírse. Joseph se acercó a los cuadros de mando en la parte de detrás y comenzó a teclear unas coordenadas.
-¿Qué clase de planeta es Ghician?-preguntó James.
-Un planeta que no debería existir. ¿Conoces las leyes temporales?
-¿Las que prohíben los viajes en el tiempo?
-Exacto. Pasaron ciertas cosas que cambiaron el futuro, y se colocaron esas leyes en todo el Universo. A pesar de eso, todavía hay gente que intenta saltárselas, y muere en el proceso de crear una máquina del tiempo. ¿Conoces la leyenda de los Guardianes del Tiempo?
-Ah, sí...
Se levantó y empezó a hacer gestos dando a entender que no se creía nada.
-Unos seres místicos que son inmortales y protegen el Universo de probables heridas en el tiempo, mediante el uso de los viajes temporales. Es un cuento que se narra para que a ningún niño se le ocurra en el futuro construir máquinas del tiempo.
-Tiene su parte de verdad. Los Guardianes existen, pero no son inmortales. Son una familia que es perpetua a través del tiempo y el espacio. En cualquier época y lugar, siempre hay un Guardián. Se reproducen por clonación, y los gobiernos no los condenan como a los demás clones. Allá donde alguien intente crear una fisura en el espacio-tiempo, estarán ellos para impedirlo.
-Ya, claro. ¿No estabas hablando de Ghician?-preguntó James.
-Oh, cierto... Es un planeta donde... ¿Sabes lo que es un agujero de gusano?
-Era... una especie de “túnel” para ir de cualquier sitio a otro del Universo.
-Y no solo eso, sino que puedes viajar en el tiempo con él. Los agujeros de gusano suelen ser minúsculos, imposibles de aprovechar. Sin embargo, hay algo en Ghician que los abre y hace a tamaño grande, como para que pasen dos, tres personas al mismo tiempo. En su núcleo, hay un agujero de gusano que está conectado con todo.
-¿Todo?
-Sí, está presente en el todo momento, en todo lugar, en todo tiempo. Se le llama el Agujero Maestro. A través de él, se puede estar en cualquier sitio, estando en él, se puede ser omnipresente. Y de allí, se saca la Red. Esa red que comunica todo el Universo, como el Internet, aquella red que se creó hace siglos. Solo que esta es universal. Piénsalo. ¿Como crees que la red está en todos los lugares del Universo? El gran “emisor” de la Red está en Ghician, conectado al Agujero Maestro, que la hace presente en todo el tiempo y el espacio. Con ciertos filtros, claro... Pero bueno, tu condena por traicionarme, será que te mandaré a algún lugar del tiempo y el espacio.
James se quedó de piedra:
-¿QUÉ?
-Es mi última palabra. Disfruta tus últimos días aquí, mientras llegamos hasta él.

A todos los que me leen, leyeron, o leerán en algún futuro:

Llevo mucho tiempo sin escribir. Sin embargo, ahora que llegan las vacaciones de verano, me he dado cuenta, de que estoy inspirado. Estoy profundamente inspirado. Ya sea por la fiesta, por mi novia, por mis amigos... Por lo que sea, estoy inspirado. Y preparaos, porque vengo, con más fuerza que nunca, volviendo a escribir la "mejor" literatura que podreis encontrar. xDDDD

Saludos
Rodolfo

Uf, sigo sin tener tiempo para escribir...

Capítulo 3

James estaba en la oscuridad, flotando, sin sentido... Veía sombras moviéndose, y una voz que le llamaba, más allá de todo eso...
-¡James, despierta!-gritó una voz que se parecía mucho a la de Joseph.
Y abrió los ojos. Estaba en una sala grande, con muchas máquinas funcionando, estaba casi toda a oscuras, y solo se veía débiles luces de los cuadros de mando. Intentó moverse, pero le fue imposible, estaba todavía aturdido por la droga que les habían inyectado. A su lado, estaba Joseph, que parecía estar en sus mismas condiciones.
-Al fin despiertas, bella durmiente.
-¿Dónde... dónde estamos?
-Ni idea. Yo hace un poco que me he despertado, y lo único que he visto han sido las máquinas estas.
Las sombras del fondo de la sala se movieron un poco, y una forma se dejó ver. Dijo algo, en una lengua incomprensible. Luego pareció reír y dijo:
-Perdón, no estaba hablando Galáctico. ¿Ahora si me entendéis, verdad?
Joseph se levantó a duras penas, le señaló y le dijo:
-¿Quién eres y por qué nos atacaste?
La sombra pareció pensar un poco y contestó:
-Tú debes ser el Tabernero, ¿no? Un personaje de leyenda. Y curioso, tu cara no está en el banco de datos de ningún Imperio... Ay, cierto, que mala educación. Tengo que presentarme.
La sombra se acercó hasta el único punto de luz que había delante de ellos. Era un hombre ya viejo, con barba blanca, y medio calvo. Llevaba una toga blanca como única ropa, y se apoyaba en un bastón para poder andar correctamente.
-¿Quién eres?-preguntó James
-No tengo un nombre como el vuestro. El nombre que se me dio fue Proyecto Sombra.
Joseph consiguió levantarse a duras penas, y le apuntó con su escáner.
-No eres humano. Es un androide, James. El mejor androide que he visto en mi vida. ¿Así que eras un proyecto?
Él río y dijo:
-Era un proyecto del Imperio Humano. Pero falló.
-¿Del Imperio Humano en territorio Nukwon?
-Bueno, según lo que leí, era un equipo de investigación encubierto. Preparaban la Caída del Imperio Nukwon. Decían que cuando estuviera listo, podría acabar fácilmente con el Imperio.
Joseph le observó detenidamente con el escáner, y le dio una vuelta completa, mirando detenidamente el cuerpo del androide.
-¿Tienes alguna arma oculta? No detecto nada... Así que...
Le apuntó con el escáner a modo de pistola y le gritó:
-¡Dinos como salir de aquí, o te vuelo la cabeza!
James se quedó con cara de sorprendido al ver que Joseph le iba a atacar con un escáner, y sonrió al darse cuenta de que era un farol. Sin embargo, el androide lanzó una carcajada y dijo:
-Sé perfectamente que es ese aparato. Y se que no puede dañar nada. Aparte...
Le señaló con un dedo, y la pequeña pantalla del escáner se quedó negra.
-No os habéis dado cuenta todavía, ¿verdad? Yo soy quien ha dejado vuestro intercomunicador inoperativo, y quien desactivó los escudos de la estructura exterior cuando la lluvia de meteoritos de hace diez años. Y quien se apoderó de todos los robots, y quien ha sumido esta Estación en las sombras. Porque de eso tampoco os habréis dado mucha cuenta... Mirad las luces.
Ellos miraron los focos de luz del techo, y se quedaron de piedra al ver que estaban encendidos. El foco brillaba, pero la luz no llegaba a ninguna parte. Todas las luces de las máquinas se veían muy poco, porque las sombras lo cubrían todo. Una sombra no muy oscura, lo suficiente para cubrir las luces, pero no lo suficiente como para no poder ver. Joseph parecía temblar, su seguridad de hace unos momentos estaba totalmente desplomada. Entonces, pareció tomar una decisión. Abrió su intercomunicador de la muñeca, y lo activó. La luz de la pantalla se encendió, pero observó como las sombras cubrieron la pantalla, y esta se quedó negra, como la del escáner. Entonces, su seguridad pareció volver momentáneamente, y dijo:
-Así que es eso...
El androide se giró para mirarle y preguntó:
-¿Ya te has dado cuenta?
-Las sombras desactivan cualquier aparato electrónico que intente conectarse a redes inalámbricas, como por ejemplo, la red que crean dos intercomunicadores...
-Pero eso no es todo. ¿Cómo un androide iba a poder hacer eso? Observa la genialidad del Imperio Humano.
Entonces, los ojos del androide se apagaron, y las sombras se hicieron mucho más oscuras. Apareció una sombra entre las sombras, más oscura que ninguna. Los pelos de los dos presentes se pusieron de punta, mientras la sombra adoptaba la forma de una nube. De pronto, los altavoces de las máquinas empezaron a funcionar, reproduciendo una voz metálica e indiferente.
-Esta es mi verdadera forma, Tabernero. Soy el Proyecto Sombra. ¿No querías energía para tu nave? Yo soy energía pura. Déjame entrar en tu Taberna, y te llevaré allá donde quieras.
Joseph sonrió y dijo:
-Jamás. Ya se lo que eres, Sombra. Eres energía pura, que entra a través de los aparatos electrónicos a las redes, tomando el control absoluto de ellas. El androide, probablemente, solo fuese otro proyecto más.
-Muy inteligente. Sin embargo, si no me dejas entrar en la Taberna, esperaré hasta que la cúpula atmosférica caiga por falta de energía, y pueda entrar en la Taberna sin problemas.
-Jamás podrás entrar-Joseph rió.
-Ya veremos. Bueno, ahora solo me queda mataros.
Los robots de la sala empezaron a caminar hacia ellos. Entonces, Joseph se puso delante de la Sombra y dijo:
-Espera, espera. ¿Cuanto tiempo dijiste que fue la tormenta de meteoritos que destrozó este sitio?
La sombra pareció vacilar, pero dijo:
-10 años.
Joseph lanzó una carcajada y dijo:
-Genial, entonces nos vamos. Vamos, James.
Y metió la mano dentro de su bolsillo, sacó una pequeña esfera y la lanzó al suelo. Entonces, arrancó una pila gigantesca de la máquina más cercana, y se dirigió a la puerta. La sombra se quedó un poco pasmada, pero entonces los altavoces dijeron:
-Jamás saldrás de aquí. Tengo la puerta bajo mi control.
-Oh, no, yo creo que no-dijo Joseph, con mucha seguridad.
Y la esfera se activó, lanzando un chorro de luz a toda la sala. Las sombras se retiraron rápidamente, mientras los altavoces solo emitían chirridos sin sentido.
-En forma androide, eso no te hubiera afectado, pero ahora...
Y salieron corriendo por la puerta, mientras la sala se convertía en un caos. Las máquinas chirriaban y lanzaban chispas, la sombra no paraba de revolverse, intentando esquivar la esfera luminosa. Joseph y James corrían por el pasillo, hasta llegar a la puerta hacia la zona destrozada. Fueron poniéndose los cascos que acababan de recoger del suelo y salieron. En ese momento, Joseph sacó su escáner, ahora operativo, y empezó a juguetear con la consola de control de la puerta. Se oyó un sonido que indicó que lo que Joseph había pedido estaba completado y entonces, volvieron a correr.
-¿Qué has hecho?-preguntó James.
-Invertir el flujo de energía.
-¿Qué?
-Antes, la energía salía de la zona en buen estado, y se expandía a través de los cables, energía infectada por la Sombra, para intentar cazar cualquier aparato y infectarlo a él también. Invertí el flujo, y la energía
entra a la zona en buen estado en vez de salir, encerrando a la Sombra dentro, ya que ahora, aunque intente expandirse, la energía volverá a ella. Hasta que los equipos de demolición lleguen y la aplasten por completo.
-¿Equipos de demolición?
-Hay una ley en el Imperio Nukwon, toda estructura que esté en el espacio, inoperativa durante 10 años justos, será aniquilada por los equipos de demolición Nukwon. Para mantener el espacio limpio y esas cosas.
-Pues nos ha venido justos. Bueno, aunque a lo mejor entre que llegan escapan... Espera, yo antes vi algo acercándose...
Salieron al boquete al lado de la Taberna, y observaron la gigantesca nave que se acercaba lentamente. No dejaba ver ni un resquicio de espacio detrás de ella. Era como diez veces la Estación en la que se encontraban. James cayó de culo al verla, mientras que Joseph la observó sonriente y con orgullo.
-¿Sabes? Yo ayudé a crearla. Dentro hay varias ciudades pequeñas viviendo. Es uno de los tesoros del Imperio Nukwon... Todo lo que reciclan, lo usan para construir todo lo necesario por dentro. Una nave como esa...
-Tendrá mucho armamento dentro, ¿no?
-No que yo sepa. Hace bastante que no entro. Una vez, en mi inocencia, instalé la Taberna dentro. Craso error. Me resultó casi imposible salir. Pero lo conseguí. Yo la diseñé, así que instalé varias rutas de escape secretas, por si acaso. Ahora están todas cerradas. Bueno, salgamos de aquí antes de que se traguen la Estación. Vamos.
Entraron a la Taberna, que se inició rápidamente, extendió sus alas, y levantó el vuelo.

Como no tengo el siguiente de Blacksteel todavía, subo el 2 de la Taberna, no os acostumbreis, eh? ¬¬

Capítulo 2

Joseph salió de detrás del mostrador, junto con James.
-Parece que han caído de lleno.
-Bueno, ahora déjame bajar.
-No puedo, tengo que salir rápidamente hacia el escondite. No puedo bajar hasta el suelo, y luego reactivar los motores. O te tiras, o te vienes.
James se quedó pensativo y dijo:
-¿Cuánta distancia hay hasta el suelo?
-200 metros.
-Entonces me parece que no. ¿Dónde está tu escondite?
-En la órbita de Jobos, a no mucha distancia de aquí.
-Bien... Luego tendrás que devolverme a Gifris cuando se hayan ido los Nukwon.
-Y un cuerno. A Gifris no vuelvo hasta dentro de dos meses como poco. ¡Arrancando!
La Taberna, haciendo honor a su nombre, extendió sus negras alas de cuervo y salió propulsada hacia el espacio exterior.

James observó por la ventana de la Taberna el planeta Jobos, una gran
esfera de color azul brillante con algunos puntos verdes diseminados por su superficie. Se sorprendió al ver tanto azul y preguntó:
-¿Todo eso es agua?
-Casi todo Jobos es agua. Esos puntos verdes que ves, son pequeñas islas. Pero no es el planeta lo que hemos venido a ver, sino aquello.
Joseph señaló un punto en la lejanía y James se fijó bien en lo que era. Eran tan solo trozos de una destrozada estación espacial.
-Escombros... ¿Eso es tu escondite?
-Uno de mis escondites. Vamos. Aunque... lo has visto, así que tendré que matarte.
-¿Qué?
-Je, solo estoy de broma. Me caes bien, chaval. En cuanto repare la Taberna te llevaré al planeta que quieras. Excepto a Gifris. Nos acercamos al escondite. Reduciendo velocidad... y entrando.
La Taberna se metió entre dos trozos medio destrozados de la estación, y aparcó ahí. Joseph sonrió y dijo:
-Ya hemos llegado.
Y al darse cuenta de que se le había acabado el cigarro de viladrú, cogió uno de color verde y lo encendió. El joven le miró y dijo, con desprecio:
-No se como te puede gustar fumar esa porquería. El viladrú rojo es mucho mejor y te da un calorcillo por el cuerpo... Yo lo he probado varias veces...
Joseph le observó y dijo:
-Lo que la gente no sabe, es que el viladrú rojo aumenta las probabilidades que de que cojas el virus VLS y el consumo continuo durante años provoca una locura repentina. Pero al ser caro, a poca gente le pasa porque no puede permitírselo.
-Vaya... Me parece que no volveré a probarlo... Bueno, hemos aterrizado ya, ¿no?
Joseph asintió y pulsó varios botones. Inmediatamente, se oyó un chasquido en el exterior y el ruido de algo que se cierra.
-Cúpula atmosférica cerrada. Suministro y filtrado de oxígeno, conectado. Apagado del sistema de la Taberna en 10 segundos y contando. James, vamos fuera.
Salieron de la Taberna sin trajes, y James se sorprendió al ver lo espacioso que era el escondite, que era más taller que un escondite. Las herramientas cubrían completamente una de las cuatro paredes del recinto, en las otras, simplemente había piezas sueltas, algunas bastante destrozadas. Joseph
fue hacia las herramientas, se paró, miró a James y dijo:
-¿Qué te parece?
-Un bonito taller. Por cierto... ¿no habrá un baño por ahí, no?
-Claro, sal por aquella puerta de allá, y a la derecha. Te dejaría el de la Taberna, pero está apagada y no se reciclarían los desechos.
-Claro, claro... Enseguida vengo.
Se fue a paso ligero hacia allá, mientras Joseph observaba las piezas de repuesto que tenía tiradas por ahí. De pronto, apareció la cabeza de James por la puerta y dijo:
-Perdona... pero ahí solo hay un gran boquete que da al vacío.
Él lo miró sorprendido y le contestó:
-Claro. ¿Qué esperabas? ¿Un retrete de porcelana y papel de seda?
-Eh... No. Gracias.
Al rato, James volvió con una cara de gran satisfacción, aunque su felicidad pareció menguar al ver la cara enfadada de Joseph, que estaba rebuscando a toda prisa entre las piezas que tenía amontonadas.
-¡No está...!
-¿Qué es lo que no está?
-Una de las piezas que necesito para una de mis estrategias de huida... Mierda... Ahora tendremos que bajar al Mercado Negro de Jobos... Y no me hace ninguna gracia...
-Jobos es del Imperio Nukwon, ¿verdad?
-Sí. Y el Mercado últimamente estaba siendo acosado por los guardias. Tendremos que bajar en modo camuflaje y eso requiere una gran energía... Una batería... Necesitamos una batería. Una de esas barras energéticas que están tan baratas últimamente...
James se quedó pensativo y preguntó:
-¿Unas pilas?
-Exacto. Unas pilas. Pero del tamaño de un brazo, aproximadamente. Lo que pasa es que de eso tampoco tengo.
-No tienes nada, vamos.
-¿Qué quieres? ¡Estamos en crisis! Cada vez tengo que cobrar menos en la Taberna, porque no tienen ni un duro. Aunque me parece que con el plan financiero del Imperio Humano los humanos y aliados tendrán un montón que pagarme.
-¿Tienen un plan financiero? No he oído nada...
-Tú es que no estás enterado. Si vivieses en la Taberna... Se escuchan algunas cosas... Te quedarías a cuadros.
James le observó con detenimiento, y dijo:
-Cuando estás fuera de la Taberna, eres un hombre completamente distinto.
Él exhaló el humo verde de su cigarro y dijo:
-Ya me lo han dicho mis amigos. Eso, y el viladrú verde...
-En la Taberna eres más seco. Aquí hablas con libertad.
-Bueno, que... ¡Un momento! ¡Estamos en una estación espacial!
-¿Qué tiene eso que ver?
-Las estaciones necesitan reservas de energía... Así que...
James se levantó de golpe con una sonrisa y dijo:
-¡Habrán pilas! De tamaño industrial, por supuesto.
-Exacto. Voy a por los trajes espaciales.
-¿No podrías extender la cúpula atmosférica?
-No. Eso requiere más energía de la que los generadores del taller producen. Vamos.
Joseph se metió en la Taberna, y salió con sendos trajes espaciales de color naranja chillón.
-¿No tenías otros? El naranja no se lleva ahora.
-¿Qué más da? Nadie nos va a ver. Ahora, póntelo.
Después de ponérselos, salieron por la puerta de antes, y encontraron un largo pasillo medio derruido. Había varios agujeros en el suelo, y las paredes estaban medio destrozadas. A la derecha, había un enorme boquete. Al otro lado, al otro lado de la cúpula atmosférica se podía ver con claridad el espacio. James se detuvo un momento a observarlo. Una oscuridad tachonada de estrellas. Desde ese lado, no se podía ver Jobos, pero pudo apreciar algo a lo lejos. Una masa informe que no se distinguía bien. Podía ser cualquier cosa, así que lo ignoró y continuó caminando junto a Joseph. De pronto, el techo crujió y hubo una sacudida. Joseph se agarró a una viga, pero James no pudo y cayó de culo. Joseph se rió y dijo:
-Estate atento. Estas cosas pasan. Vamos.
Se levantó y continuaron caminando. Atravesaron la cúpula atmosférica y notaron los efectos de la ingravidez. Al final del pasillo encontraron una puerta rota, entraron, y vieron una sala con grandes monitores rotos, y unos holovisores desconectados.
-Vaya... ¿Te enteraste porque fue abandonada esta estación?-preguntó James.
-Ahora que lo dices... Realmente no. Será mejor andar con cuidado, no he traído armas. Bueno, espérame aquí. Voy a por algún arma.
-Eh, espera...
Pero Joseph ya se había ido. James se acercó a los holovisores y comprobó si el problema era que estaban desconectados de la fuente de energía, pero se dio cuenta, con asombro, de que estaban conectados, y por lo que parecía, estaban en funcionamiento.
-¿Cómo puede ser? Bueno, aunque este es un modelo de holovisor un poco extraño... Eh... ¿Qué es esto? Unidad de disco duro... y esto parece... ¡No
son holovisores, son computadoras holográficas! Vaya, esto debió salir carísimo. Bueno, y ¿por qué si están conectadas, no funcionan? Avisaré al Tabernero... Tengo que preguntarle su nombre, Tabernero no me acaba de gustar.
Activó el intercomunicador de su traje, que se activó, y de pronto se puso negra la pantalla.
-¡Maldito trasto!
Le pegó varios golpes pero no pareció responder. De pronto, una sombra le cogió por detrás. James soltó un alarido, y Joseph salió riendo de entre las sombras con dos rifles.
-Toma. Un rifle.
-Tú eres tonto. Esto en el espacio no nos va a servir para nada. No hay gravedad, ni aire, ni nada. Cacho idiota.
Joseph se quedó pensándolo y dijo:
-Pues tienes razón. A pesar de todo... Las llevaré conmigo.
-Je, como si ahora encontrásemos un trozo de la estación en perfectas condiciones...
Y llegaron a un pasillo que parecía en bastante buen estado, con una puerta cerrada al final. Entonces, Joseph se acercó, sacó un pequeño aparato, apuntó con él a la puerta, y ésta se abrió. Pasaron y notaron de pronto la gravedad. Vieron que en ese trozo, nada estaba destrozado, y todo parecía estar en funcionamiento.
-¿Decías?-dijo Joseph quitándose el casco y el traje- Aquí la energía debe seguir correctamente.
-Cierto, ah, por cierto, ¿cómo te llamas?
-Joseph Obutto. Al menos, es mi nombre actual.
-¿Tu nombre actual?
-Cambio cada cierto tiempo, para despistar.
-Y una cosa más...
Y le contó lo de las computadoras. Joseph le atendió con interés y dijo:
-¿Por qué no me lo dijiste antes?
-Intenté decírtelo por el intercomunicador pero no funciona, mira.
Y le enseñó el intercomunicador con la pantalla negra. Joseph acercó su pequeño aparato, que consistía en una pequeña pantalla táctil, acoplada a una especie de pistola. Miró en la pantallita y dijo:
-Está funcionando.
-¿Cómo va a estar funcionando?
-Funciona. Pero no en este terminal.
James se quedó con cara de tonto y preguntó:
-¿Qué?
-Para que lo entiendas, el procesador está funcionando, pero no está conectado a esta terminal, está conectado en otra parte.
-Vamos, que está pero no está.
Joseph se quedó pensativo y asintió.
-Eso es.
-Es que yo de ordenadores... esto no lo había visto nunca. No he recorrido tanto mundo como tú.
Joseph se rió y dijo:
-Tampoco lo había visto nunca, pero con este aparato que les compré a los del Mercado Negro la última vez que fui... Un escáner genial. Con esto... Una maravilla de la tecnología.
Un temblor sacudió la sala, y aparecieron dos robots de una de las puertas del pasillo. Se acercaron velozmente a Joseph y James e intentaron atacarles con sus brazos de metal. James salió corriendo y gritó:
-¡Pásame un rifle!
Mientras Joseph intentaba maniobrar para poder apuntar a uno de los robots, el otro acorraló fácilmente a James.
-¡Joder, Joseph, haz algo, que me va a aplastar la cabeza!
-¡Rueda por el suelo y agárrate a algo!
El pesado brazo del robot empezó a bajar rápidamente en dirección a la cabeza de James, que rodó por el suelo y se agarró a un pequeño banco incrustado en el suelo. El brazo del robot, al no encontrar nada en su trayectoria, golpeó el suelo, destrozándolo por su gran fuerza. Entonces, al abrirse un agujero en el casco, el agujero succionó al robot, y James estaba bien agarrado así que no le pasó nada. El agujero continuó succionando, y atrajo al otro robot, pero de pronto, el agujero se cubrió con una especie de cristal azul, y los altavoces dijeron:
-Escudo de emergencia activado.
Después de estabilizarse, el robot se acercó a pegar a James, pero una lluvia de balas le perforó la cabeza. El robot cayó destruido, y Joseph rió y dijo:
-Al fin consigo que funcione el cacharro este. ¿Estás bien?
-Un poco más, y me cago en los pantalones. ¿Qué clase de rifle es ese?
-Bueno, de los antiguos, antiguos. Pero me encantan porque son una preciosidad. ¿No te parece?
-Eh... Sí, claro. Preciosos. Ahora, si no te importa, ¿podríamos coger una pila y salir de aquí?
Joseph tenía la cara seria. James se le acercó y Joseph dijo:
-Estaba pensando... ¿Dos robots asesinos? ¿Qué pintaban en la Estación? Solo deberían tener robots de mantenimiento. ¿Y si fueran los de mantenimiento... defectuosos? ¿Y sí el problema de la base había sido robots locos descontrolados? Encaja. Habían destrozado toda la base excepto el centro. El centro donde podían estar a salvo. Pero... ¿por qué atacar justo ahora? ¿Por qué en ese preciso momento? ¿Nos consideraron una amenaza...? Y aun así... ¿Como supieron que estábamos aquí?
-Creo que te estás complicando mucho la cabeza. Defectuosos y ya está. Larguémonos de aquí.
-Necesitamos la pila. Que estará en el centro de mando. Que desde allí será probablemente donde esté el cabecilla de los robots...
-¿Cabecilla de los robots? Dios, creo que te estás yendo por las ramas. Lo cuentas como si fuera una conspiración secreta o algo.
-Tal vez esté un poco paranoico, pero... Los robots no parecían estar defectuosos. No sé, normalmente, los robots defectuosos sueltan chispas y circulan sin control. Sin embargo estos... estos no eran así. Andaban sabiendo muy bien lo que hacían. Y se supone que las Tres Leyes de la Robótica no permiten ataques a humanos...
-Sabes perfectamente que ya hay robots piratas.
-Pero esto era una Estación Espacial de un Imperio. Un Imperio no usa robots piratas, excepto para los trapos sucios. ¿Y si todo esto solo fuese un gran trapo sucio?
-¿Tan grande? No lo creo.
-¿Investigaciones secretas de alguna organización imperial?-se planteó Joseph.
-Bueno, eso... No creo, suelen usar robots buenos...
Mientras hablaban, de las sombras aparecieron dos pequeños robots que enseguida se desvanecieron. Ellos siguieron hablando, ajenos a la que se avecinaba. Los robots acecharon en las sombras, acercándose por la espalda de los dos despistados viajeros, y cuando estuvieron ahí, los robots estiraron uno de sus brazos, que, con afilada punta, se clavaron en los brazos de Joseph y James. Ellos, cogidos por sorpresa, al intentar reaccionar, cayeron inconscientes al suelo. Entonces, aparecieron dos robots, que silenciosamente, los recogieron y los arrastraron hacia la oscuridad.

Como extra hoy, subo el primer cap de la Taberna del Cuervo Negro. Es bastante largo, ocupaba 4 páginas enteras, así que consideradlo un especial.




Libro primero: La Taberna del Cuervo Negro
Capítulo 1
La Taberna del Cuervo Negro, famosa en todos los rincones de la Galaxia, se encontraba asentada en el planeta Gifris, situado en el Sistema Solar N-48, territorio del Imperio Nukwon. Un planeta desértico, con varios núcleos de población en sus dos polos, no muy apto para la vida de organismos que requiriesen agua, dado que no existía en forma natural en su superficie. Una curiosa taberna, situada en lo más recóndito del desierto de Gifris, pero bastante frecuentada. En ella, se juntaba la peor escoria de todos los Imperios, para beber, jugar a las cartas, o al Byuuk, juego de azar al que se jugaba con fichas, en el cual se apostaba cantidades no muy altas de dinero, pero el suficiente como para que el juego fuese excitante. Y justo en eso, estaba pensando Joseph Obutto, dueño de la taberna.
-Hoy está siendo un buen día-pensó Joseph.
Y tenía razón. A pesar del traslado de la Taberna, ese día estaba teniendo mucha clientela. Ragnors de Ragnopia, varios humanos del 4º Imperio Humano, unos cuantos Elfos vagabundos... Hasta había un par de Arlequines jugando al Byuuk en una esquina. De pronto, la puerta de la taberna se abrió, y entró un hombre con uniforme de soldado de Nukwon. Detrás de él, entraron dos soldados más, tratando aparentar que eran tipos duros con los rifles en mano. El capitán del grupo se acercó a la barra y preguntó:
-¿Usted es el dueño de la Taberna?
-Sí, lo soy. ¿Por? -respondió él, exhalando el humo violeta de su cigarro de viladrú.
-Dígame su nombre, por favor.
-¿Y si no quiero?-respondió con hosquedad.
-Su taberna será embargada igualmente. Tiene multitud de avisos de embargo por parte del Imperio Nukwon. Y por lo que tenemos entendido, también del Imperio Humano y de la Coalición de Reinos Independientes de Calenda Sur.
Joseph exhaló el humo violeta en la cara del capitán y le dijo:
-¿De qué se me acusa, agente?
-Violación del tratado de bebidas embriagadoras, en su local se venden drogas letales, y no tan letales, viladrú en sus diversos tipos sin tener licencia, se han cometido asesinatos, peleas, robos, se han escondido criminales, ha entrado en otros planetas sin avisar a las autoridades, uso de tecnología
de camuflaje prohibida para evitar que su taberna fuese detectada... ¿Sigo?
-Creo que no hace falta, agente. Perdone un momento, iré a por los papeles.
Joseph se fue hacia el almacén sin esperar la reacción de los soldados. Minutos después, volvió y encontró a los tres soldados muertos en el suelo.
-Vaya... ¿qué ha podido pasar?-preguntó con una sonrisa.
Uno de los Arlequines soltó una carcajada, y algunos elfos sonrieron. Joseph cogió los cuerpos y su sonrisa se desvaneció al darse cuenta de que llevaban un marcador vital en el uniforme.
-Chicos... Tenemos 30 minutos para abandonar la taberna. Tomaos vuestro tiempo.
Mientras los clientes empezaban a recoger sus cosas, Joseph fue cobrando uno a uno todos los créditos que le debían. Cada uno de los clientes puso su huella en la Credit-O-Mátic, y fue cobrado al instante. Entonces, entró alguien a la taberna. Un joven de pelo castaño, humano en apariencia, que se acercó a la barra, y preguntó con tono cansado:
-Estoy buscando a un Arlequín.
Entonces, los Arlequines que estaban en la taberna rápidamente se esfumaron. Joseph rió y preguntó:
-Si era por deudas, que no creo, acaban de irse.
El joven soltó un suspiro y dijo:
-Ponme algo suave. Tengo que relajarme un poco, llevo buscando Arlequines desde hace varios días...
Mientras le servía, Joseph preguntó:
-¿Y para que les necesitas?
-Estoy intentando recopilar información sobre su raza. Ya sabes, para la Enciclopedia.
Joseph puso cara de escéptico y dijo:
-No la acabareis jamás.
El joven sonrió y dijo:
-Un escéptico más... Mi generación no la acabará, pero la siguiente probablemente sí, y sino, a la otra.
-Recolectar información sobre todo lo existente en la Galaxia os va a costar más que una generación...
-Tú ponme algo para beber, que tengo la boca seca.
Joseph le sirvió un vaso con un líquido incoloro que el joven no supo identificar y preguntó:
-¿Qué es esto?
-Algo suave. ¿Cómo te llamas?
El joven se lo bebió de un trago, empezó a notar un calorcillo que le recorría todo el cuerpo, y contestó:
-James Rocci, investigador a cargo de la Fundación de la Enciclopedia Galáctica. ¿Y tú eres?
-Acostumbro a no dar mi nombre al primero que pasa por mi taberna.
-Entonces...
-Tabernero. Llámame Tabernero.
-Bien, Tabernero. ¿Cuánto te debo?
-200 créditos, y date prisa, que tengo que trasladar la Taberna. La han vuelto a encontrar.
-Espera... ¿Cuánto me queda?
-Diez minutos...
De pronto, un pitido sonó por la trastienda. Joseph se acercó a mirar y dijo, sorprendido:
-Ya no te queda tiempo. Despegamos.
Y apretó varios de los botones del cuadro de mandos. En el exterior, las enterradas alas de la Taberna se alzaron, y los motores empezaron a calentarse. James dijo, asustado:
-¿Qué haces? ¡Déjame bajar!
-Lo siento, pero no puedo. Los cabrones de Nukwon han mejorado sus motores. ¡Despegue!
La Taberna extendió sus negras alas, y los motores se encendieron violentamente. Joseph dijo:
-Agárrate, no va a ser un vuelo agradable. Ya están aquí.
La arena del desierto formó un torbellino alrededor de la Taberna, mientras las naves anti-gravitatorias de Nukwon les cercaban. En el monitor central de la Taberna, apareció la cara de Jenna Solston, comandante del Imperio Nukwon.
-Volvemos a vernos... Jenna-dijo Joseph.
-Y esta vez estás acorralado completamente. Nunca imaginé que te encontraría en tan poco tiempo. Has venido a mí, y esa será tu perdición. Pero no voy a matarte.
Joseph soltó una carcajada y dijo:
-Claro que no me matarás, te valgo más vivo que muerto. Me entregarás al Imperio Nukwon, serás recompensada y te convertirás en una famosa soldado en toda la Galaxia. Aunque...
La sonrisa de Jenna tambaleó, y dijo:
-¿Aunque qué?
-Aunque realmente no vayas a cogerme. Vamos, James-y salió del monitor.
-¿Eh?-dijo Jenna.



De pronto, de uno de los lados de la Taberna salió disparada una cápsula de emergencia. Esquivó fácilmente las naves de Nukwon y siguió su camino sin detenerse. Jenna se levantó de su sillón de mando y gritó:
-¡No la dejéis salir del planeta! ¡Capturarla!
Las naves de Nukwon se activaron rápidamente y se lanzaron en busca de la cápsula. Jenna activó el canal que la comunicaba con la ciudad más grande de Gifris y dijo:
-¡Que salgan los Interceptores! ¡Hay que parar una cápsula de emergencia que está intentando salir del planeta!
Del hangar salieron varias naves listas para interceptar cualquier objeto. De potentes motores y bonito diseño, los pilotos que las manejaban eran expertos en el uso de ese tipo de astronave. Rápidamente salieron al encuentro de la cápsula, y con una combinación de rayos tractores, consiguieron detenerla. La nave de la comandante Jenna se acercó, y atrajo la cápsula hacia su interior.
-Comandante Jenna, hemos capturado la cápsula.
-Oh, sí...
Entonces, llegó hasta la cápsula y la abrió. En su interior no había nada.

Capítulo 23

Larry se levantó, habían ajustado el estabilizador, y ahora parecía que funcionaba correctamente, así que ya no había nada que le detuviese. Llegó al muelle, entró en la nave que le habían preparado, normal y corriente, entró, y vio las armas que le habían preparado, una pequeña pistola que se podía guardar en las botas, una navaja que cabía cerrada en su mano, y multitud de accesorios. Se sentó en la cabina, e hizo despegar la nave suavemente, encaminándose a los Pirineos...


En el Blacksteel marciano...
Uno de los chicos que estaba tecleando, gritó a todos los presentes:
-¡Acabé de poner las coordenadas!
Silver sonrió y dijo:
-Excelente. Cargad la esfera, nos vamos enseguida.
-Sí, señor.
Kapón y Rika se sorprendieron de lo formales que eran, y Neo les susurró:
-Aquí en Marte, Blacksteel es mucho más formal que en la Tierra, se lo toman muy en serio. Silver es el jefe del departamento Wormhole, lo cual hace que la gente le tenga mucho respeto. Es jefe militar y científico, lo cual tiene mucho mérito. Un superdotado de cuerpo y mente...
Kapón rió y dijo:
-No es para tanto. Seguro que lo que tiene es enchufe de los superiores.
-¿Eso crees? No deberías subestimarlo. Silver es mucho más de lo que parece.

Si no ocupa ni una pag, que mierda hice!! T.T

Pues nada, abro esta entrada para decir que pronto empezaré a subir capítulos de la Taberna del Cuervo Negro. Tengo que decir que ocurre en una época muy distante a esta. Mucho más allá incluso, que mi anterior historia. Sin embargo, el argumento es bastante diferente, un tanto desorganizado. Espero que no os perdais xD

Con cariño
Rodolfo xDD

PD: Esto no significa que no continue con la anterior historia xD

Es más cortito que el anterior, pero estaba falto de inspiración... y de ganas xDD


Capítulo 22

Alexia bostezó y se levantó de la cama, el día anterior había sido duro, aquella pelea con el agente desconocido... Estando tan herida como estaba, era difícil pelear. Pero ahora tenía otra cosa que hacer, como resolver aquel misterioso puzzle... Tal vez se encontrase otra vez con aquel tipo. Cogió el ascensor, y por su
intercomunicador, preguntó a la sala de control:
-¿Cual es el estado de la misión Yaata?
-Están en Marte, preparando el viaje al planeta de los Yaata.
-¿Y el estado de criogenización del agente Larry Corner?
-No está congelado.
Alexia pegó un salto y preguntó:
-¿Qué?
-Se le descongeló para una misión especial en la base de los Basureros. No consta el objetivo en la base de datos.
-¿Dónde está ahora? ¿Se ha ido ya?
-No, en estos momentos están retocando el estabilizador, hubieron algunos fallos al intentar colocarlo y no iba bien, así que se retrasó.
-¿Desde que muelle saldrá la nave?
-Muelle 5...
-Gracias.
Pulsó el botón del piso 5, y esperó ansiosa a que llegase al piso que tocaba.

Larry estaba atado a la silla, mientras varios miembros del equipo científico revisaban el estabilizador que le habían colocado.
-Es extraño, no sé porqué, pero le manda una sacudida eléctrica cada cinco segundos, y eso lo único que hace es enfadarlo más. ¿Está bien la polaridad de la gema estabilizadora?
Uno de ellos sacó un instrumento para abrir el estabilizador, y una descarga muy fuerte sacudió el cuerpo de Larry que se estremeció de una manera muy brusca.
-El estabilizador lo está matando, date prisa en invertir eso.

Mientras tanto, Alexia deseaba que todo lo que hiciesen los científicos fuese lento, porque así tendría oportunidad de infiltrarse en la nave que llevaría a Larry a lo que sería su destino final.

Al fin encuentro tiempo para escribir esto. Estar escribiendo dos novelas al mismo tiempo, cuando crees que una es mejor que la otra, te quita las ganas de escribir la otra xDD Bueno, sin más dilación, os presento el Capítulo 21 de Blacksteel.


Capítulo 21

Larry se situó en frente de la pantalla, donde su interlocutor estaba esperando.
-Soy Larry Corner. Ya estoy aquí.
Se escuchó una carcajada. Y luego, él respondió:
-Bien, bien. Al fin te encuentro, después de años de búsqueda... Por una casualidad, te encontré. Y quiero conocerte en persona. Ven a los Pirineos, a la nave central de los Basureros, para hablar un poco... O sino, los agentes que tengo en mi poder, morirán.
-¿Los matarás?
-El azar los matará.
Y soltó una carcajada.
-¿A qué te refieres con azar?
-A la fuerza de la casualidad, de la probabilidad, como quieras llamarlo. La cuestión es que debes venir, y tal vez descubras algo más sobre tu pasado.
La comunicación se cortó de pronto. Larry agachó la cabeza y pensó:
-¿Mi pasado? Vaya... parece una de estas historias baratas que se llevaban tanto en el siglo XXI. Creo que no hay más remedio que ir.
Los tres líderes se acercaron y le dijeron:
-Hay un transporte esperándote. Está todo listo. Con el estabilizador no tendrás problemas por tu estado. Llevarás varias armas ocultas, por tu propia seguridad.
-Por supuesto.
-Sube a la superficie, hay una nave esperando. Suerte, Larry.
-Hasta luego.
Y se metió en el ascensor, con miedo, una sensación que hacía mucho que le había abandonado.

En Wormhole, Neo ya había desaparecido atravesando la esfera. Entonces, Kapón tragó saliva, y saltó a través de la brillante máquina. Entonces, se encontró en un túnel de colores mareantes, de cambios rápidos, y cerrando un poco los ojos, empezó a dirigirse
recto. No veía a Neo, y no tenía detrás a nadie. Así que rápidamente llegó al otro extremo y atravesó lo que parecía el final.
Apareció en medio de una sala parecida a la del Wormhole terrestre, y se sintió muy débil. Resbaló y fue sujetado por los brazos de Neo, que había llegado ya allí.
-Bien. Bien. Espera. ¿Qué te ha pasado?-preguntó Neo.
-No lo sé. ¿Dónde estabais? No ibais ni delante ni detrás mío.
-A eso me refiero. No te hemos visto en el trayecto.
-Ni idea. Yo solo he tirado recto.
-Bueno, no pasa nada. Reajustad las coordenadas a las que he os hemos transmitido desde la central, Silver.
Kapón vio a quién había hablado Neo. Era un joven de pelo plateado, con una mirada cansada, vestido con el uniforme del Blacksteel marciano, que consistía en una chaqueta negra, con pantalones negros.
-Bien. Id maquinando, chicos.
Y los dos trabajadores que estaban en los ordenadores empezaron a teclear a una velocidad asombrosa. Silver dijo:
-¿Dónde os ha tocado ir?
-A hablar con los Yaata.
Los ojos de Silver brillaron y entonces, dijo:
-Yaata. Bien. Chicos, nos vamos con ellos.
Los de los ordenadores levantaron la cabeza sorprendidos, sin dejar de teclear.
-Tenemos algo que hacer con los Yaata, ¿no lo recordáis?
-Ah, claro. Sí, eso. Ahora nos prepararemos.
Kapón observó a Silver, que ahora parecía estar mucho más contento de lo que parecía antes, pero no parecía una felicidad normal, sino una alegría perversa.

Ultimamente estoy muy ocupado, en cuanto pueda subiré el siguiente, sorry.

He empezado a escribir otra novela de ciencia-ficción... Al mismo tiempo que escribo esta, claro xD Si algún capítulo tarda, no os preocupéis... xD

Bueno, lo siento por la espera. Aquí va el 20, el comienzo de lo que será un largo viaje.

Capítulo 20


En Wormhole, Kapón y Rika esperaban en frente de la esfera, que desprendía energía de manera visible.
-Casi puedo tocar la energía-susurró Kapón mientras acercaba la mano a la esfera.
Neo le pegó un manotazo y dijo:
-Si tocas la energía, automáticamente te convertirás en polvo. Probamos a lanzar un trozo de hierro viejo, y casi volamos la esfera. Cuando lo lanzamos y entró en contacto con la energía, se volatilizó. No sabemos si por altas temperaturas, o una grandiosa descarga de electricidad. O tal vez, pase a través del tejido de la realidad espacio-temporal y acabe en cualquier lugar, en cualquier época.
-Eeeh... Claro. Sí, puede ser. Vamos, quiero probar.
Los anillos de la esfera comenzaron a girar a una velocidad impresionante y la energía se concentró en los anillos.
-Ahora, es cuando es seguro pasar. Bueno, no, esperad. Ahora.
Los anillos iban tan rápido que parecía una esfera sólida brillando y relampagueando.
-Eeeh... ¿Esto se ha probado en humanos antes?
-No. Así que vamos. No toquéis los bordes del agujero de gusano.
-Estaremos pisándolo. ¿Qué pasará entonces?
-Oh, no, no los tocaremos. Tomad.
Y les entregó una especie de cinturones. Ellos se los colocaron, y notaron como sus pies se despegaban un poco del suelo. Rika soltó un gemido y dijo:
-¿Qué es esto?
Neo sonrió y dijo:
-A través de una alta concentración de energía, con esto podremos levitar. Lo usaremos para llegar al otro lado del agujero.
Kapón esbozó una sonrisa y dijo:
-Vaya, alta tecnología. Me encanta. ¿Por qué podemos volar ahora si no estamos en una alta concentración de energía?
Neo empezó a reír como un condenado y dijo:
-Todo Wormhole está vibrando con la energía de la esfera. Toda su estructura está siendo energizada por la esfera. Bueno, todo listo.
-Ok. Bueno, yo primero... ¿Lo llevamos todo, Rika?
-Pues... Sí, creo que sí. Las corazas... los rifles, por si acaso... El comunicador... Varias granadas disruptoras...
-¿Vais a la guerra?-preguntó Neo- Tengo entendido que solo es una visita para obtener un poco de tecnología...
-Es que no sabemos si los Yaata estarán enfadados porque les robamos la tecnología de criogenización portátil.
-Ah, bueno. Entonces... Alice, saca los trajes.
Ella salió corriendo, y regresó al cabo de un poco, con cuatro corazas partidas por la mitad. Tendió dos a Neo, que se colocó las dos mitades, delantera y trasera, que se unieron con un chasquido.
Eran de un precioso metal que brillaba como la plata.
-Vaya, da miedo tocarlas, por si se rompen-dijo Rika.
-Pues son muy resistentes, créeme. Son de las últimas creaciones del departamento de I+D. Y mira, no pesan nada.
-Vaya... Pues a Path of Storms no llega nada. Ni corazas, ni armas...
-Ja, pues exigid algo mejor. Aquí, por Wormhole, solo pasa lo mejor. Bueno, todo listo. ¿Vamos?
-Si, lo tenemos todo. Vamos allá.
Neo se colocó en frente de la esfera, y la observó fijamente. Su
mirada era una mirada extraña, como de resentimiento con la
esfera. De pronto, sonrió y dijo:
-Allá voy.

Je, hice una pausa sin avisar. Lo siento a los que lo leeis. Para mañana probablemente, ya tendré el capítulo 20.

Disculpen las molestias ;)
Rodolfo

Otro más que subo.

Capítulo 19

En la sala de control todos quedaron inmovilizados. Entonces, Jale dijo:
-¿Larry Corner? Nosotros somos más importantes que él.
Se oyó una risa, y la respuesta sonó dura como una piedra:
-No son ni la mitad de importantes que él. Ahora, cierren la boca, y llámenlo, antes de que mate a sus soldados.
Entonces, los tres líderes comenzaron a susurrar entre ellos, y cuando acabaron, Jale dijo algo por su comunicador, y luego habló:
-Lamentamos informarle... de que el agente Larry Corner está... inhabilitado. No puede atenderle.
-Entonces, sus soldados morirán.
-Esperábamos esa respuesta. Descongelaremos a Larry Corner. Si es tan amable de esperar...
Dejaron el canal cerrado, y entonces empezaron a hablar en voz alta:
-¿Qué hacemos? Si lo sacamos, morirá en un día o dos. Y acabamos de descubrir que es un alienígena... Por cierto, ¿la doctora tenía los resultados del análisis?
Jack agachó la cabeza y dijo:
-Sí, pero dijo que hasta que Larry pudiera escucharlos con calma, no los desvelaría.
-Bueno. Todavía tenemos el estabilizador aquel. Podemos mantenerlo estabilizado hasta que hable con él.
-No es mala idea. Que lo saquen del almacén, y que lo preparen para la descongelación de Larry.

Alexia retrocedió un poco y dijo:
-No eres malo. Te defiendes igual que mi jefe.
Él sonrió y dijo:
-No me extraña.
-¿Por qué no te extraña?
-Eh... Porque... Me enseñó él a pelear.
-¿En serio? No recuerdo que te haya mencionado nunca.
-Eh... Ni lo hará. Ya no me recordará. Ni le preguntes, no hace falta. Bueno, sigue con el puzzle.
Alexia bostezó y dijo:
-Ya seguiré mañana, estoy cansada. Tengo que dormir un poco, y tú deberías hacer lo mismo.
-Me quedaré un poco más. Vete tú, enseguida me voy.
Alexia se alejó y dijo:
-Bueno, pues hasta otra...
El chico se quedó en la penumbra, observando como Alexia salía de las ruinas:
-Ya queda poco...
Y observó el puzzle, que reposaba cuidadosamente sobre la consola de la máquina.

En la sala de control, los tres Líderes esperaban, impacientes, a que Larry fuese descongelado. Les habían traído el estabilizador, y Larry estaba casi descongelado. Solo quedaban unos minutos, pero el que se estaba comunicando con ellos a través de la red, no parecía tener mucha paciencia.
-¿Está ya?
-No... Otra vez. Preguntas cada 5 minutos... Pareces un niño pequeño-dijo Jale.
-¿Quieres que tus soldados mueran?-preguntó él.
Jale retrocedió y gritó:
-¡Claro que no!
-Pues cállate.
Un pitido surgió del cilindro de criogenización de Larry, que se abrió, dejando salir a Larry, que estaba desnudo. Uno de los científicos le pasó una bata, y él, aturdido, se la puso.
-¿Ya habéis conseguido la cura?-preguntó en un susurro.
Jack movió la cabeza hacia los lados y dijo:
-No.
-Entonces... ¿para qué me habéis descongelado?
Jale le colocó un aparato en el pecho y dijo:
-Espera un momento... Ya está.
El aparato emitió un sonido agudo, y unas luces se encendieron en él. Jake le miró y dijo:
-Alguien quiere hablar contigo. Tiene a nuestros agentes en su poder. Así que... Cuidado con lo que dices.
Larry se levantó y se puso delante de la gran pantalla.
-Ahora... todo depende de ti, Larry. Suerte- dijo Jale.

Y aquí seguimos, subiendo caps.

Capítulo 18

Alexia seguía resolviendo el puzzle a toda velocidad, mientras el joven de la gabardina seguía mirándola. El joven sonrió y dijo:
-Vaya, parece que se te dan muy bien estas cosas. A ella no se le daban nada bien.
-Sí, se me dan bastante bien-dijo ella.
Entonces, paró un momento y preguntó:
-¿Quién es “ella”?
Él pareció sobresaltado por un momento, pero volvió a su posición anterior y dijo:
-Ah, nadie. Una persona que conozco. Debes estar muy concentrada en ese puzzle sino te ha importado quién soy.
Alexia rió y dijo:
-No llevas armas, así que seas quién seas en realidad, no puedes dañarme. Me defiendo muy bien.
-Vaya, así que vas preparada. ¿Cómo sabes que no llevo armas?
¿Y realmente crees que no puedo dañarte?
-No llevas armas. Nadie lleva armas dentro de Blacksteel. Solo para salir, y otra cosa, no tienes una posición para disparar en cualquier momento. Estás demasiado relajado. Y no, no creo que puedas dañarme.
-Vaya... Bueno, continúa con el puzzle.
-Tú lo que no quieres es luchar.
-Estás lesionada.
-Tú estás cansado.
-¿Cómo sabes eso?-dijo él.
-Estás casi jadeando. Igualdad de condiciones.
-¿No tengo otra opción? No quiero hacerte daño.
-No tienes opciones. Pelea.
Él se colocó en posición de pelea, y ella apartó la muleta, y se puso de pie con esfuerzo. Entonces, se colocó de la misma manera.
Neo dijo:
-Tenemos que mandar un aviso para que la detengan. ¿Ahora va a entrenar artes marciales? ¿Qué le pasa?
De pronto, una sirena sonó, y se oyó por los altavoces:
-WG cargado. Coordenadas establecidas. Estabilizando agujero de gusano. Agentes, vayan a la esfera.
Neo abrió una pantalla para mandar mensajes y escribió rápidamente un mensaje para que lo recibieran en la sala de juntas. Entonces, tocó “Enviar” y se fue corriendo, sin darse cuenta, de que en ese momento, apareció un mensaje que rezaba: “Error desconocido al enviar el mensaje”.

Mientras, en la sala de control de la misión de detener a los Basureros de Blacksteel, se armó un gran follón. Entonces, los tres líderes aparecieron y preguntaron:
-¿Qué está pasando?
Uno de los de la sala de control, el portavoz, se alzó de su pantalla y dijo:
-Todos los agentes en la misión, han desaparecido simultáneamente. Se han perdido sus señales.
Se oyó una exclamación desde el otro lado de las máscaras de los líderes.
-¿Han muerto?
-No, solo hemos perdido sus señales. Las de los 225 agentes en batalla. Acababan de asaltar la nave principal que estaba posada en el suelo. El resto, haciendo arder lo menos posible, está derrotado. Mandamos las naves para retirar los escombros hace un poco. Pero todos los agentes han desaparecido.
-¿Y qué hacemos?-preguntó Jale.
De pronto, se oyó el sonido de una comunicación entrante. Activaron el canal de comunicación y entonces, se oyó una voz distorsionada:
-Soy el Portavoz de los Basureros.
Jack se adelantó y dijo:
-Soy uno de los líderes de Blacksteel terrestre.
-Sé quién eres. Pero no es contigo con quién quiero hablar.
Entonces los otros dos se adelantaron.
-No, con vosotros tampoco, que seguro os habéis adelantado.
-¿Cómo sabes tanto de nosotros?-preguntó Jake.
-Lo sé, y punto. Quiero hablar con alguien importante. Quiero hablar con Larry Corner.

Cada vez se pone más interesante la historia... Y todavía le queda.


Capítulo 17

Alexia estaba atascada en una parte del puzzle. Ese cubo parecía imposible. Siempre que conseguía algún avance, se daba cuenta de que había fastidiado algo de la otra parte.
-Esto es frustrante.
-Sí que lo es, cierto-dijo alguien.
Ella se giró sobresaltada. Había alguien más en las ruinas, un joven de su edad con una gabardina negra, mirándola. Le sonaba mucho, pero no sabía de qué. El chico sonrió y se sentó junto a ella en el suelo. Ella
le preguntó:
-¿Quién eres?
-Mi nombre no te diría nada nuevo. Pero pertenezco a Blacksteel. Rango 9, proyecto... Bueno, mi proyecto es secreto. No puedo decirte nada más. Excepto... que si giras ese trozo del cubo a la izquierda, y después el de abajo hacia la derecha...
Ella se quedó sorprendida, y se apresuró a seguir sus instrucciones.
Entonces, se quedó más sorprendida todavía, cuando se dio cuenta de que ahora todo encajaba perfectamente. Ahora solo era cuestión de tiempo solucionarlo.

En Wormhole, reinaba una confusión bastante grande. Neo no paraba de dar vueltas y de pronto dijo:
-¡Alice! ¡Conecta el sistema a las cámaras de vigilancia de las ruinas!
Ella apretó varios botones, y varias imágenes de una cueva y unas ruinas aparecieron en el monitor. Rika y Kapón se acercaron para poder ver mejor, sin embargo no se podía ver con mucha claridad.
-Vaya, las cámaras son de las viejas...-dijo Neo- Alice, mejora su calidad con tu magia.
Ella sonrió, y se sonrojó al ver que Rika y Kapón le miraban interesados, y entonces, empezó a teclear cosas a una velocidad asombrosa. De pronto, la imagen se volvió bastante más nítida, y todos se acercaron a mirar. Neo observó y dijo:
-Vaya, no sé quién es...
Rika y Kapón pegaron un bote al darse cuenta de que era Alexia.
-¡Es Alexia! ¡Debería estar en la enfermería!-dijo Rika.
-Vaya... No debe ser tan terrible puzzle cuando lo resuelve ella sin esfuerzo-dijo Kapón con aire de superioridad.
-No entiendo nada... Era muy complejo...-susurraba Neo- ¿Qué hace? ¿Está hablando? ¿Con quién?
Entonces Alice dijo:
-No lo sé, en las ruinas no hay nadie.

Bueno, aquí llega otro capítulo, y vaya, agradezco el mensaje de Enrique xDDDD

Capítulo 16

-¡Tú flipas!-exclamó Kapón-¿Cómo van a haber unas ruinas en el sótano -2?
Neo sonrió y dijo:
-Cuando volvamos de nuestra misión, compruébalo tú mismo. Bueno, la cuestión, es que en la tabla había unas coordenadas. Después de investigar un poco más, comprobamos que eran agujeros de gusano estables a los que se podía llegar, usando una máquina que no teníamos. Así que el proyecto Wormhole se dedicó a eso, a intentar desarrollar una máquina que nos permitiese viajar por esos agujeros. Cuando vimos la que trajeron de Marte, nos dimos cuenta de que era una réplica con algunas mejoras de la que se encontraba en las ruinas. No se nos ocurrió hacer eso.
-¿Había una en las ruinas? ¿Y por qué no se usa?
Neo puso una cara sombría y dijo:
-Porque es peligrosa. Cuando Blacksteel examinó la esfera por aquel entonces, se dio cuenta de que estaba sellada. Y de que las coordenadas que tenía marcadas eran inamovibles, al menos, no sabíamos como cambiarlas. Pero la esfera estaba sellada, y las cosas no se sellan con un terrible y complejo puzzle sino son peligrosas.
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Alexia vio la gran esfera al lado del gran cuerpo de extraño metal, y se acercó a ella. Tenía una consola parecida a la anterior, pero con la diferencia de que a su lado, había un cubo dividido en 32 cuadrados por lado, cada lado con los mismos símbolos. Alexia puso una cara de emocionada y cogió el cubo, que de pronto, empezó a cambiar. Los ejes empezaron a girar a toda velocidad en todos sentidos, y los símbolos se entremezclaron. Ella cogió el cubo cuando acabó de mutar y lo observó con cuidado. Sonrió y dijo:
-Sí... Esto es el cubo de Rubik más difícil que he visto nunca. Menos mal que se me dan bien... Esa afición mía por los rompecabezas antiguos me viene perfecta ahora.
Ella se sentó en el suelo con el cubo, y empezó a observarlo para saber por donde empezar.
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-¿Terrible y complejo puzzle?-preguntó Kapón.
-Sí, uno que no consiguió resolver nadie. Un cubo de Rubik con 32 cuadrados por lado. Muy complicado. Se trajo a los mejores expertos en cubos de Rubik drogados, pero sin resultado, parecía que drogados no lo hacían tan bien, así que los devolvieron drogados a sus casas. Como veis, Blacksteel no quería revelarse en aquel tiempo.
-Ya-dijo Kapón.
-Bueno, la cuestión es que por ese año más o menos, 2140, se descubrió que A.I.T.D., era una computadora con inteligencia artificial que se había encargado de regir Blacksteel correctamente. Lo siguiente que se hizo fue bárbaro. Al enterarse la gente, la electrocutaron para que se quedase inoperativa. No querían que les manejase un robot, así que el siguiente sucesor fue Jackeline Strauss, la primera mujer rigiendo Blacksteel. Parece ser que era inteligente, imponía presencia y tenía una innata capacidad de liderazgo. Con ella, las cosas fueron casi iguales que con A.I.T.D.
Realmente, esa fue la época dorada de Blacksteel. Los primeros contactos con los Yaata y con otras civilizaciones... Todo ocultándoselo al Imperio, claro. Genial. Una época genial, según las crónicas.
Kapón susurró:
-Jackeline Strauss...
-¿Pasa algo, Kapón?-preguntó Rika con cara de preocupación.
-Eh... Nada, nada. Bueno, ¿la máquina está lista ya?
Neo se giró y dijo:
-Vaya, creo que todavía queda un poco. Bueno...
De pronto, un cartel rojo de alerta apareció en uno de los monitores principales de Wormhole, y una fuerte sirena empezó a escucharse. Neo se levantó de golpe y preguntó:
-¡Alice!, ¿qué pasa?
Una chica morena de pelo corto, bajita, que iba con una chaqueta negra que le llegaba a las rodillas, salió corriendo hacia el monitor. Cuando vio que estaban allí Kapón y Rika, se paró en seco y empezó a andar, con la cabeza agachada. Kapón se acercó a Neo y le dijo:
-Vaya, sé que mi presencia impone, pero tanto como para eso...
Él lanzó una carcajada y dijo en un susurro:
-Alice es muy tímida. Mucho. Demasiado, a veces. Hasta que no te conoce bien, no habla casi. Nos costó un mes empezar a hablar con ella. Bueno, ¡Alice! ¿Qué es lo que pasaba?
Ella se acercó con la cabeza agachada, y se quedó esperando. Se quedaron mirándola, y Neo se dio cuenta de que estaba esperando a que la presentase.
-Ah, perdona, Alice. Estos son del proyecto Path of Storms. Lamentablemente, no están todos. Debido a su última misión, dos de sus componentes están inhabilitados. Estos son Kapón y Rika.
La fuerte sirena no dejaba de sonar y Neo volvió a preguntarle a Alice por la alarma. Ella alzó la cabeza, y Kapón pudo observar sus brillantes ojos esmeralda.
-Es una alarma de rango máximo. Alguien... está intentando resolver el puzzle de la máquina de agujeros de gusano del sótano 2.

By Rudolph.

Lamentablemente, debido a mis estudios, no podré uploadear el nuevo capítulo esta noche. Aprovecho ahora, para decir que por favor, los pocos que me leen, que me pongan algún comentario, o si tienen cuenta, que se unan como seguidores. Aunque no lo creais eso anima mucho.

Aquí llega otra entrega, desvelando más misterios de Blacksteel... Recordad, eso sí, que fuera de la base, los Basureros siguen batallando contra los comandos de Blacksteel, la guerra en los Pirineos todavía no ha terminado.

Capítulo 15

Alexia se alzó de la camilla, y la doctora Harkness le dijo:
-Parece que te encuentras mejor. Kapón y Rika se han dirigido hacia el proyecto Wormhole para viajar a...
Y le contó todo lo que había pasado. Alexia se quedó preocupada y preguntó:
-¿Congelaron a Larry ya?
-Sí, inmediatamente. ¿Por?
Ella se sentó en la camilla y contestó:
-Es que... antes de desmayarme, recuerdo que él fue quién me recogió, pero... está todo borroso, no recuerdo casi nada.
La doctora rió y dijo:
-Normal, estabas muy cansada. Bueno, tal vez descansando...
-Ni de broma, me voy con Rika y Kapón.
La doctora le cogió del brazo, y con una llave de judo la tumbó en la cama. Alexia se quedó de piedra y dijo:
-¿Qué?
-No estás todavía recuperada. Descansa, y con suerte, mañana podrás salir a dar una vuelta por Blacksteel.
En cuanto se fue, Alexia se levantó, y ayudándose con una muleta, anduvo hacia el ascensor, entró y pensó:
-Está loca si cree que me voy a esperar hasta mañana. Aunque sea en muletas, me voy a Wormhole.
De pronto, un altavoz en el ascensor dijo:
-Mensaje a todos los agentes de nivel 9 y superiores. Está prohibida la entrada a Wormhole para todos, la WG está cargándose. Los ascensores han sido bloqueados en esa planta, por favor, disculpen las molestias.
-¡Seréis cabrones!-gritó Alexia.
Se sentó en el ascensor y pensó:
-Bueno, esto puede ser una oportunidad para explorar Blacksteel. Hay pisos a los que no he ido nunca...
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Neo volvió del retrete y dijo:
-La máquina está marcando las coordenadas. En una hora o dos, podremos irnos. Haremos escala en la base marciana de Blacksteel y desde allí, directos al planeta de los Yaata.
Kapón, ansioso, dijo:
-Continúa con la historia, esto es muy interesante.
-Cierto, cierto-dijo Rika.
-Bueno... Por donde iba... Ah, sí. La placa de acero negro. La cuestión, es que... ¿sabéis por qué la base general terráquea de Blacksteel está justo aquí?
-Pues no-dijeron ellos.
-Aquí, antes de las grandes metrópolis de Ibérica, había campo, pues enterrado, se encontraron unas ruinas de una civilización
que probablemente fueran de la antigua civilización perdida de la Atlántida.
Kapón soltó una carcajada y dijo:
-Pero si no existieron... ¡Jajaja!
Neo sonrió y dijo:
-Eso es lo que Blacksteel quería que todos pensasen, así que usó una gran estrategia, difunde la idea de que existió realmente. Y así, la gente, se cerró y no creyó en ella. En las ruinas, se encontró una especie de computadora ancestral. Funcionaba con unos discos, que... serían del tamaño de una tabla de acero negro.
Kapón exclamó:
-¡Imposible!
Neo sonrió y dijo:
-No, no es imposible. Las ruinas en cuestión, están en el sótano -2.
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Alexia pulsó el botón del sótano -2 y el ascensor subió rápidamente. Cuando llegó, se oyó:
-Código de personal.
Alexia dijo:
-Alexia Santana. Nivel 9. Path of Storms.
La puerta se abrió y ella entró:
-Que extraño, pedirme el código en la entrada a un piso.
Cuando entró, descubrió una caverna subterránea, con unas oscuras ruinas envejecidas por el tiempo bastante grandes. Entró en ellas, y vio un gran cuerpo de lo que parecía una especie de metal extraño, con una especie de antigua consola situada en un pilar de piedra. Junto a ella, se encontraba una ranura, donde estaba insertada lo que parecía una tabla metálica negra. Cables de Blacksteel salían de la máquina, y entraban en el subsuelo.
-¡Esto es increíble!-exclamó Alexia.

Interesante...


Capítulo 14


Neo carraspeó y comenzó:
-Bueno, imagino que conoceréis la historia de Blacksteel, ¿no?
Rika y Kapón se miraron y dijeron:
-No.
Neo se sorprendió y dijo:
-Bueno, realmente es difícil conocerla, no está muy extendida, y hay pocos archivos en las bases de datos que hablen de ella. Blacksteel fue fundada en el siglo XXI, por una persona, en concreto, Rudolph Tenac, un escritor soñador, que había visto demasiadas series de alienígenas en su tiempo, y decidió, ya que consiguió escribir el best-seller más vendido en su época, construir la organización que protegiese a la Tierra de las invasiones, o que buscase alienígenas. Ciertamente, estaba bastante loco, pero su idea dio resultado, y nació Blacksteel. Al principio, solo constaba de veinte miembros, repartidos por el planeta, sin embargo, fueron eligiendo a unas cuantas personas más, y construyeron varias bases más, y después, con la muerte de Rudolph, quebró.
-¿Quebró? Y entonces... ¿por qué sigue existiendo?-preguntó Kapón, que parecía muy interesado.
-Solo fue una tapadera, para seguir en secreto. Más tarde, apareció un sucesor, un hombre del que pocos sabían algo, y que no salía de las oficinas. No se conocía su verdadero nombre, y pronto se le acabó llamando A.I.T.D. No salía de las oficinas, aunque las luces siempre estuvieran apagadas, él regía Blacksteel y lo conducía por los proyectos que el fundador dejó como legado, y deber de Blacksteel, que fueron, por ejemplo, estudiar una placa que encontró en un meteorito que cayó a la Tierra, allí por esos años. Era de acero negro, y él lo interpretó como una señal para construir Blacksteel, de ahí sacó el nombre, claro está. No se le daban muy bien los nombres, según comenta en su diario. Los otros proyectos
fueron, la inteligencia artificial...








-Parece que ese ya lo habían sacado en otra parte, o robaron lo que investigaron, porque ya se lo comenté a los Líderes, pero parte de los basureros que nos atacaron eran androides.
Neo se sorprendió y dijo:
-¿Androides? Vaya, yo que pensaba que esas investigaciones no habían dado frutos.
-Jack puso a varios comandos de investigación a trabajar.
-Eso está bien, bueno, déjame acabar. Los proyectos fueron estudiar la tabla de acero negro, la inteligencia artificial, una máquina que crease agujeros negros, otra para viajar por agujeros de gusano, ahora os explicaré porqué, y crear superhombres.
Kapón dijo de inmediato:
-El proyecto de los superhombres no funcionó nunca, falló.
En su agitación, la cadena que llevaba en el cuello se le salió de la camisa, y dejó ver que llevaba un anillo de metal con una gema roja engarzada que tenía tallada un símbolo extraño. Rika le cogió de la cadena, y se acercó al anillo para verlo mejor:
-Vaya, ¿que símbolo es este? No lo había visto nunca.
Kapón le arrebató la cadena de las manos, se la volvió a esconder debajo de la camisa y le dijo:
-Es un kanji japonés. Significa cielo.
-Vaya, de Japón... Pobres.
-Sí, fue una masacre. Pero no pudieron hacer nada, fue en un visto y no visto. Japón se fragmentó, y al fondo del mar. Ese terremoto fue impresionante. Vi algunas imágenes y me quedé clavado en el suelo.
-Sí, yo también. Bueno, ¿y de dónde sacaste el anillo, Kapón?-preguntó Rika.
-Y a ti que te importa. Continúa hablando, Neo, que te ha cortado.
Neo volvió a carraspear, y continuó:
-Bueno, seguiré con A.I.T.D.. Regía Blacksteel correctamente, pero nadie le conocía.
-¿Qué significa A.I.T.D., Neo?-preguntó Kapón.
-Significa Alone in the Darkness. Por lo de estar solo con las luces








apagadas en las oficinas.
-Sí, sí, continúa.
-Pues eso. A.I.T.D., fue quién cambió el sistema de Blacksteel, ordenándolos por proyectos. Bueno, por esa época fue cuando colonizamos Marte y Venus. Una época buena, y esos dos planetas, provocaron el nacimiento del Imperio, que se expandió en tiempos de A.I.T.D. Él organizó las bases generales en todos los planetas colonizados, y colocó tres proyectos que debían existir en todas las bases: Path of Storms, Wormhole y Blackhole. Bueno, Wormhole todavía no estaba muy bien organizado por aquel entonces, así que se encargó de examinar la tabla de acero negro. Tenía extraños signos, y nadie sabía como interpretarla.
-Vaya... ¿Se supo lo que era?
Neo se levantó de la silla y dijo:
-Lo siento, tengo que ir al baño. Enseguida vuelvo.
Kapón suspiró mientras se alejaba y dijo:
-Justo ahora que se ponía interesante...

Probablemente, mi capítulo más corto xD Pero bueno, el próximo desvelará bastantes incógnitas sobre Blacksteel.




Capítulo 13

Kapón y Rika entraron preparados al sótano del proyecto Wormhole, y se quedaron bastante sorprendidos al ver el gigantesco tamaño de las instalaciones. De pronto, ante ellos apareció un muchacho con gafas y les dijo:
-Vaya, sois los de Path of Storms, ¿verdad?
-Eh, si-contestó Rika- ¿Y tú eres...?
-Soy Neo Sánchez. Encantado. Soy el capitán del comando militar de Wormhole.
Kapón se le quedó mirando y dijo:
-¿No eres muy pequeño para dirigir algo así? Y de todos modos, no sabía que Wormhole tuviera comando militar.
Neo se puso bien recto y le dijo:
-Respecto a tu pregunta, no soy tan pequeño como parezco. Tengo 21 años.
-¿21 años?
-Bueno, es que cuando estudiaba por mi cuenta los agujeros de gusano en mi garaje los fines de semana... Pues, hice algunas trastadas y... acabé creando un agujero de gusano, durante un segundo o dos. Fui tan estúpido de pasar, sin fijarme en que no sabía donde iba a parar. Bueno, cuando pude volver, mi cuerpo había rejuvenecido unos cuantos años. No estuvo nada mal, y gracias a eso, entré en Blacksteel.
-¿A donde llegaste por el agujero?
Él entornó los ojos y dijo:
-No es asunto tuyo. Bueno, cambiando de tema...
-¿Por qué tu nombre es tan extraño?-preguntó Kapón.
-Vaya, creo que no eres el más indicado para preguntar eso-dijo Rika con una carcajada- Sin embargo, tienes razón, no había oído nunca tu nombre, Neo.
Él sonrió y dijo:
-Me lo pusieron mis padres en honor a una película bastante famosa en el siglo XX-XXI. El protagonista se llamaba así.
-Vaya... Bueno, vayamos al grano. La máquina... ¿está lista?-preguntó Kapón, que parecía deseoso de marcharse.
Rika se dio cuenta de que Kapón, desde la llegada de Larry, se había vuelto mucho más dócil y mucho más cooperativo. Sonrió, y vio como Neo les conducía hacia una esfera hecha de anillos enfrente de ellos. Era una esfera de unos dos metros de alto, y los anillos parecían estar hechos de metal.
-Vaya, así que esta es la famosa máquina de agujeros de gusano... ¿Tiene ya algún nombre asignado?-preguntó Rika.
Neo se rascó la cabeza y dijo:
-Pues... Si me acuerdo, te digo... Creo que se le llamaría... WG.
-¿WG? Ah, Wormhole Generator. Que manía tienen los del departamento principal de nombres con el inglés. Pero bueno, con los traductores biónicos de Blacksteel... Es mucho más sencillo.
Neo preguntó con cara de sorpresa:
-¿Los traductores biónicos? ¿Qué son?
-¿Cuanto tiempo llevas aquí?
-Pues bastante tiempo, un año o dos. Pero de esos años, llevo con el proyecto Wormhole todo ese tiempo, que hemos estado encerrados. Solo salíamos para las reuniones trimestrales.
-Vaya... ¿La comida...?
-Llegaba por unos túneles que tenemos, al igual que los del proyecto Blackhole.
-¿Proyecto Blackhole?-preguntó Kapón.
-Vaya, parece que los tres tenemos información que nos interesa a todos... Contad lo de los traductores, y os explico lo del proyecto Blackhole.
Rika pareció dudar un poco, pero al final, habló:
-Son unos traductores que con una sencilla operación se te insertan en el cerebro y traducen toda lengua hablada en el Sistema Solar. Ahora, te toca.
-Vaya, tendré que pedir uno de esos. Kapón, acércate, esto, si no lo conoces, creo que te será interesante también.
Kapón, que permanecía observando la esfera, se acercó a ellos dos, y se sentaron en unas sillas.
-Os contaré todo lo que sé.

¡Vaya! Larry tiene que ser congelado... Y el resto del equipo, menos Alexia, que sigue convaleciente, deberá viajar al final del Sistema Solar y más allá, y volver. ¿Lo lograrán?


Capítulo 12

Jale le miró y dijo:
-En un planeta fuera del Sistema Solar.
Kapón le miró con asombro y dijo:
-¿Cómo se supone que vamos a llegar allí?
-Bueno... Digamos que tendréis un poco de ayuda. Realmente, contener a los Basureros es bastante fácil, así que han quedado varios proyectos libres. Brainstorm y Wormhole, para ser exactos. Dos de nuestros mejores proyectos.
-¿Tormenta cerebral y Agujero de gusano? Vaya, lo del agujero de gusano lo entiendo, porque será muy útil a la hora de viajar, aunque no recuerdo que hiciesen ningún avance. Pero los de Brainstorm... No tienen casi comando militar, solo son científicos chalados.
-Esos... científicos chalados como tú los llamas, serán vuestra salvación, además de que ahora tienen un buen comando militar. Resulta que los Yaata se comunican por telepatía y tienen un campo telepático común...
Kapón sonrió y dijo:
-Así que freímos a uno con los cacharros de Brainstorm, y todos al suelo.
Jake rió y dijo:
-Exacto. Pero solo como último recurso, nuestras relaciones con ellos son amistosas, de momento. Blacksteel hizo un tratado con ellos en el pasado en nombre de la humanidad. Mientras no salgamos del Sistema Solar, ellos no nos atacarán.
Kapón gritó:
-¿Qué? ¿Estamos a merced de unos alienígenas que... nos dejan jugar a petardos en nuestro Sistema, pero que si nos alejamos, nos traerán a bombazos?
Jale le miró y dijo:
-Buena metáfora, pero es la triste realidad. Era la única opción. Eso, o ser aniquilados.
Kapón comenzó a dar vueltas, y de pronto, preguntó:
-Si nuestras relaciones con ellos son amistosas... ¿por qué no nos dejan salir del Sistema Solar?
Esta vez, fue Jack quién contestó:
-Creen que sois muy peligrosos para el Universo. Y tienen razón.
Rika les miró y dijo:
-¿Sois?
Los tres líderes se miraron y dijeron:
-Vaya. Nos equivocamos en decir eso.
-¿Quiénes sois en realidad?-preguntó Kapón, avanzando un paso.
Los tres retrocedieron un poco, como asustados, pero, de pronto, avanzaron un paso, y le susurraron algo en el oído a Kapón. Se quedó pálido y empezó a temblar, mientras escuchaba algo que pensaba que no volvería a oír en toda su vida. Rika le miró y preguntó:
-¿Qué pasa?
Kapón recuperó el aliento y dijo:
-Nada, solo me ha pedido por favor que no haga más preguntas. Vayámonos... Tenemos que ir a hablar con los Yaata. ¿Wormhole está preparado?
Jale dijo:
-Por supuesto. Ya han mandado el equipo desde Marte.
-¿Desde Marte?
Jack suspiró y dijo:
-Sí, lamentablemente, el Blacksteel marciano fue el primero en poder crear agujeros de gusano y estabilizarlos. Mandaron el prototipo del aparato ayer.
-¿Prototipo?
-Ah, no os preocupéis, funciona perfectamente, lo trajeron usándolo. Por un agujero de gusano.
Kapón se sorprendió y dijo:
-Pues vamos para allá.

Vaya, parece que invertir la pistola congeladora era un arma de doble filo... ¿Qué ocurrirá?


Capítulo 11

-Está despertando...
Larry abrió los ojos, y vio a Kapón y Rika observándole. Estaba en la enfermería de Path of Storms. Larry sonrió y dijo:
-Vaya, es la tercera vez que me despierto en una camilla y os veo a todos aquí. ¿Qué ha pasado?
Kapón retrocedió un poco, como dando a entender de que no estaba preocupado y dijo:
-Te desvaneciste después de salir del edificio del generador.
Entonces, Larry lo recordó todo:
-¡¿Alexia está bien?!
Rika sonrió y dijo:
-Sí, está descansando. La hubierais traído un poco más tarde y podría haber sido peor.
-Menos mal-suspiró él.
Larry pensó:
-Vaya, y lo que dijo que me quería... ¿era por estar débil? O...
En ese momento, las puertas se abrieron y un tufo desagradable entró enseguida. Los tres líderes del Blacksteel terrestre entraron con sus mantos negros ondeando y saludaron a la vez:
-Buenas tardes, señor Corner. Vemos que está en perfecto estado de salud.
-Estoy mejor que bien, señores.
Larry saltó de la cama con la bata y antes de que se dieran cuenta, había salido a la zona del gimnasio y había empezado con a subir por la cuerda que estaba colgada al techo. Jake miró hacia arriba y dijo:
-Es asombroso. Acaba de salir de la cama.
Jale se miró la muñequera electrónica que llevaba, y dijo:
-Larry Corner. Funciones vitales.
Un holograma salió de la muñequera, mostrando las funciones vitales de Larry.
Jake y Jack se acercaron para mirar, y Rika observó como Larry trepaba como un mono, e iba acercándose al techo. De pronto, los tres soltaron un chillido:
-¡Imposible!
Rika se giró y les preguntó:
-¿Qué pasa?
Jack parecía asustado:
-Sus funciones vitales están al doble de lo normal. Sus pulmones, su corazón, su cerebro, todo va al doble. ¿Qué le pasó en la misión?
Rika les miró asombrada y dijo:
-No lo sé. Tal vez Kapón lo sepa.
-Sí, sé lo que pasó-dijo él por detrás.
Los cuatro se giraron, y Kapón estaba allí, con la pistola congeladora Yaata, sonriendo:
-Tomad la pistola, y decidme si veis algo raro.
Los tres líderes la examinaron, y no vieron nada raro. Sin embargo,
los ojos de Rika brillaron, cogió la pistola, y la abrió. La gema estaba invertida.
-Así que es esto lo que hicisteis. Por eso... está ahora así.
De pronto, se escuchó un grito:
-¡Eeeh, he llegado ya! ¡Agh!
Miraron arriba, y vieron a Larry con los músculos rígidos, y de pronto, tosió, y vieron caer sangre. Rika gritó:
-¡Baja!
-¡Agh! ¡Voy!
Y de un salto, se lanzó desde arriba, y cayó de pie, desde una altura de diez metros. Ellos le miraron asombrados y dijo:
-¿Veis? Me encuentro muy bien.
Y de pronto, empezó a convulsionar. Rika se acercó a él, y le sujetó. Kapón sacó la pistola, hizo lo mismo que hizo la última vez para invertir la gema, apuntó a Larry y dijo:
-Asunto solucionado.
Y disparó. El rayo le golpeó en el pecho, y él cayó. Sin embargo, los tres líderes dijeron:
-Sus funciones vitales siguen igual. Ningún cambio.
Kapón puso cara de asombro y dijo:
-No puede ser. Este disparo debía dejarlo normal.
-Debía-dijo Rika-¿Qué podemos hacer?
Jake dijo:
-Congelarlo en una cámara criogénica. Ah, y mandar a alguien para hablar con los Yaata. Lo que conseguimos saber cuando les arrebatamos a los Yaata la tecnología esta, era que era como la criogenización, pero más suave y portátil. Lo que le pasa a Larry al haber usado la pistola así, es que ha entrado en un estado de criogenización inversa. No ha sido congelado, sino descongelado, sin estarlo. Cuando estás congelado, tus funciones bajan al mínimo y no envejeces. Sin embargo, él... está envejeciendo rápidamente. Y como lleva demasiado tiempo en ese estado, no se puede invertir fácilmente.
Kapón le miró y dijo:
-Lo primero, bien. Pero... ¿dónde demonios viven los Yaata?

Al fín, he podido acabar el trabajo de Plástica, y escribir el capítulo 10! Aquí va. La trama tendrá mucho más misterios a partir de ahora, y la Saga de los Basureros, todavía no ha acabado. Habrá más cosas que resolver, y basureros que derrotar. Bueno, juzgad por vosotros mismos.

Capítulo 10

Larry se levantó y dijo:
-¿Que idea?
-Dame tu pistola congeladora Yaata.
Larry se la dio, y Kapón intentó abrirla para sacarle la pieza que permitía la congelación.
-Espera, eso no se puede quitar sin guantes, te puede congelar.
Kapón le miró y dijo:
-Me da igual.
Con un ágil movimiento, y tan solo rozándola con dos dedos, lanzó la pieza, de forma cilíndrica, al aire, y cayó colocada justo al revés.
Kapón cerró la pistola y Larry preguntó:
-¿Qué vas a hacer?
-Si esa pieza de una manera congela, al revés, despertará a los congelados, pero...
Larry sonrió y dijo:
-¿Y si despiertas a un despierto?
-Exacto-dijo Kapón con una sonrisa felina.
Kapón le apuntó con la pistola, y Larry preguntó:
-¿Esto se ha probado antes?
Kapón siguió apuntándolo, y dijo:
-Por supuesto que no.
Y disparó. El rayo de la pistola golpeó a Larry en todo el pecho. De pronto, una sensación de calor inundó todo su cuerpo. Cayó al suelo, y empezó a sufrir convulsiones. Kapón lo miró con sorpresa, y se agachó a su lado, para examinarlo. Las pupilas de Larry se dilataron y, entonces se levantó. Su cara reflejaba una sensación de seguridad absoluta. Entonces, Kapón le miró y dijo:
-¿Cómo te encuentras?
-Estupendamente-contestó él.
Se agachó un poco, y de pronto, saltó hacia arriba a una velocidad increíble. Atravesó el techo del piso de arriba, y acabó en el tejado.
Allí vio una nave deportiva, cinco basureros y detrás de ellos, un basurero que tenía líneas doradas en su armadura. Ese dijo:
-¿Quién...?
De pronto, Larry empezó a correr hacia ellos a una velocidad pasmosa. Ellos sacaron sus rifles de ondas y le dispararon. Él cruzó las ondas sin inmutarse, a pesar de los cortes que le habían provocado en los brazos. Entonces, saltó sobre ellos como una bestia, y empezó a darles golpes con su rifle. Uno de ellos salió volando, y cayó del edificio. El que iba con líneas doradas en su armadura, que parecía el jefe, se subió a la nave y empezó a calentar los motores. Larry bateó con el rifle al último basurero que quedaba en pie, y fue corriendo hacia la nave, que despegó sin darle tiempo a acercarse. Kapón apareció por el agujero del techo, y vio con asombro todo lo que había pasado. Cuando se dio cuenta de que Larry iba a saltar al vacío, gritó:
-¿Qué haces?
Larry se paró en seco, y sufrió otra convulsión. La nave estaba suspendida en el aire, y el jefe miraba la escena, asombrado por el hombre que parecía una bestia. Larry se levantó, como nuevo, con las heridas curadas, y comenzó a correr otra vez. Saltó una distancia increíble, y el jefe intentó girar la nave y escapar, pero
Larry consiguió cogerse a la parte de abajo, y la nave dio un vuelco. Larry subió un poco, y vio al jefe mirándolo con miedo. Larry le sonrió y le señaló con el dedo. El dispositivo de Brainstorm se activó al instante, y el jefe cerró los ojos, dejando la nave sin control. Él se subió a la parte de arriba, rompió el cristal a prueba de balas con el puño, y sacó al jefe, ignorando los cristales en su puño. Cuando lo hubo cogido y estuvieron a poca altura del suelo, saltó y la nave explotó detrás de ellos, provocando una onda expansiva que hizo volar unos cuantos cubos de basura comprimida. Vio como Kapón se acercaba con Alexia, inconsciente, en sus brazos, y le dijo:
-He capturado al jefe... Agh...
De pronto, cayó al suelo, y empezó a convulsionar. Su última mirada fue para Alexia, dormida en los brazos de Kapón.

PD: Pronto, probablemente, tenga disponible una beta de un juego Action-Rpg que estoy creando. De los pocos que me leen, si alguien la quiere probar, que me escriba un e-mail a rudolf95@hotmail.com