Escribiendo en las sombras

Otro más que subo.

Capítulo 19

En la sala de control todos quedaron inmovilizados. Entonces, Jale dijo:
-¿Larry Corner? Nosotros somos más importantes que él.
Se oyó una risa, y la respuesta sonó dura como una piedra:
-No son ni la mitad de importantes que él. Ahora, cierren la boca, y llámenlo, antes de que mate a sus soldados.
Entonces, los tres líderes comenzaron a susurrar entre ellos, y cuando acabaron, Jale dijo algo por su comunicador, y luego habló:
-Lamentamos informarle... de que el agente Larry Corner está... inhabilitado. No puede atenderle.
-Entonces, sus soldados morirán.
-Esperábamos esa respuesta. Descongelaremos a Larry Corner. Si es tan amable de esperar...
Dejaron el canal cerrado, y entonces empezaron a hablar en voz alta:
-¿Qué hacemos? Si lo sacamos, morirá en un día o dos. Y acabamos de descubrir que es un alienígena... Por cierto, ¿la doctora tenía los resultados del análisis?
Jack agachó la cabeza y dijo:
-Sí, pero dijo que hasta que Larry pudiera escucharlos con calma, no los desvelaría.
-Bueno. Todavía tenemos el estabilizador aquel. Podemos mantenerlo estabilizado hasta que hable con él.
-No es mala idea. Que lo saquen del almacén, y que lo preparen para la descongelación de Larry.

Alexia retrocedió un poco y dijo:
-No eres malo. Te defiendes igual que mi jefe.
Él sonrió y dijo:
-No me extraña.
-¿Por qué no te extraña?
-Eh... Porque... Me enseñó él a pelear.
-¿En serio? No recuerdo que te haya mencionado nunca.
-Eh... Ni lo hará. Ya no me recordará. Ni le preguntes, no hace falta. Bueno, sigue con el puzzle.
Alexia bostezó y dijo:
-Ya seguiré mañana, estoy cansada. Tengo que dormir un poco, y tú deberías hacer lo mismo.
-Me quedaré un poco más. Vete tú, enseguida me voy.
Alexia se alejó y dijo:
-Bueno, pues hasta otra...
El chico se quedó en la penumbra, observando como Alexia salía de las ruinas:
-Ya queda poco...
Y observó el puzzle, que reposaba cuidadosamente sobre la consola de la máquina.

En la sala de control, los tres Líderes esperaban, impacientes, a que Larry fuese descongelado. Les habían traído el estabilizador, y Larry estaba casi descongelado. Solo quedaban unos minutos, pero el que se estaba comunicando con ellos a través de la red, no parecía tener mucha paciencia.
-¿Está ya?
-No... Otra vez. Preguntas cada 5 minutos... Pareces un niño pequeño-dijo Jale.
-¿Quieres que tus soldados mueran?-preguntó él.
Jale retrocedió y gritó:
-¡Claro que no!
-Pues cállate.
Un pitido surgió del cilindro de criogenización de Larry, que se abrió, dejando salir a Larry, que estaba desnudo. Uno de los científicos le pasó una bata, y él, aturdido, se la puso.
-¿Ya habéis conseguido la cura?-preguntó en un susurro.
Jack movió la cabeza hacia los lados y dijo:
-No.
-Entonces... ¿para qué me habéis descongelado?
Jale le colocó un aparato en el pecho y dijo:
-Espera un momento... Ya está.
El aparato emitió un sonido agudo, y unas luces se encendieron en él. Jake le miró y dijo:
-Alguien quiere hablar contigo. Tiene a nuestros agentes en su poder. Así que... Cuidado con lo que dices.
Larry se levantó y se puso delante de la gran pantalla.
-Ahora... todo depende de ti, Larry. Suerte- dijo Jale.