Capítulo 26

Como sé que alguien deseaba esto, aquí va. Subiendo un capítulo más, ahora Alexia se enfrenta a un terrible dilema, mientras el equipo destinado al planeta de los Yaata se encuentra perdido y sin rumbo. ¿Qué demonios estará pasando en la mente de este totalmente ido autor? D:

Capítulo 26

La nave se dirigía hacia la sede de Blacksteel, Alexia conducía mientras Larry descansaba en un sillón detrás de ella.
-¿Qué pasó dentro de la base?
-El jefazo estaba loco, me hizo apretar botones para salvar agentes, y no recuerdo mucho más.
-Si, claro... ¿No pasó nada más?
-No, nada de nada. ¿No te fías de mí? -sonrió él.
-Si, si...
Ella sacó la pistola de su bolsillo, lentamente, sabiendo que lo que estaba a punto de hacer, era difícil, sí, pero debía hacerlo. Por Blacksteel. Por el Imperio. Por todo. Era totalmente necesario...
-¿Te encuentras bien, Alexia?
-¿Eh?
La sorpresa hizo que soltara el arma y cayera al suelo. Larry la cogió y le dijo:
-Toma, se te ha caído.
Ella la agarró, temblando, con una mano, sin girarse. Estaba sudando, y entonces, Larry le preguntó:
-¿Por qué llevas la pistola mientras conduces?
-Eh...
-Mírame a los ojos.
Ella sabía que en el mismo momento que lo mirara, ya estaría completamente perdida, podía matar a cualquier persona sin pestañear. Pero a él...
-Por favor, Alexia, mírame.
Se giró despacio, y miró esos ojos que siempre la habían hipnotizado. Y lentamente, le apuntó con la pistola. Larry retrocedió asustado:
-¿Qué haces?
-Por ser un traidor a Blacksteel... Por ser un traidor al Imperio...
-¿Pero que estás diciendo? ¿Estás loca?
-Escuché todo lo que dijisteis en la base de los Basureros...
Se secó las lágrimas que le caían y medio atontada, siguió apuntándole.
-¿Qué escuchaste?
-Aquello del Pacto, y Johann Valley...
-¿De qué estás hablando?
-No te hagas el despistado. No me lo pongas más difícil...
-¡Cuidado, detrás de tí!
-¿Tan desesperado estás? Por favor, ponte de...
La nave se tambaleó al haber colisionado con un árbol, y empezó a arder por una de las alas. Alexia tropezó y la pistola salió volando de sus manos. Larry la cogió, y apuntó a Alexia a la cabeza.
-¿Vas a matarme, verdad?
-No... No sé lo que estoy haciendo.
-¿Pero qué...?
Miró a sus ojos, y vió que estaba totalmente aterrorizado por lo que pasaba, y supo que era cierto. Otro temblor hizo que Larry perdiera pie y la pistola saliera por la ventana.
-¡Vamos a morir!-dijo Larry
-No, no moriremos. Y aunque muramos... Te tengo que decir que te...
-Ya me lo dijiste.
-¿Qué?
La nave se estrelló contra un árbol y explotó. Trozos de metal salían volando, estrellándose contra árboles cercanos y cortándolos totalmente.

Kapón aterrizó sobre la hierba, y se levantó, dolorido. A su alrededor, el resto estaba también recuperándose del viaje. Se dio la vuelta, y observó una especie de pequeño artefacto de metal en el suelo.
-¿Y eso que es?-preguntó.
Silver se levantó, se atusó la ropa, y contestó:
-Es lo que hemos usado para conectar el agujero de gusano hasta aquí.
-¿Y eso servirá para volver?
-Es obvio que no.
Todos se giraron a mirar a Silver, con la boca abierta:
-¿Y cómo demonios volvemos?
-Pueees... Ehm. Pues eso.
-¿Tú no eras un genio, pedazo subnormal?-exclamó Rika
-Eh, eh, menos malos rollos, que aquí somos un equipo, ¿eh?
-Ni equipo ni leches, yo a este me lo cargo-dijo Kapón sacando el rifle de su espalda y apuntándole.
Silver miró al rifle, y de repente salió disparado de las manos de Kapón, lo agarró y entonces era él quién le apuntaba.
-No me desafíes. O morirás. Ya nos iremos con algún artefacto Yaata.
-Vamos armados, y es posible que terminemos luchando, ¿crees que nos dejarán marcharnos en sus cacharros? -dijo Rika, exasperada.
-Si no lo hacen, les obligaremos. Y ahora... ¿dónde estamos?
-Pues no sé. Es una colina con hierba... Y hasta donde alcanza mi vista, es todo igual.
-¿No habéis traído mapas? ¿Dónde vamos? Vosotros tampoco es que fuérais muy preparados.
Les miró mal, y le devolvió el rifle a Kapón, que seguía sin saber como lo había hecho. De pronto, de detrás de Neo, surgió Alice, que tímida, enseñó un dispositivo con los mapas que se tenían del planeta.
-Vaya, fantástico, Alice. No sabía que habías venido -dijo Kapón sorprendido.
Neo sonrió y dijo:
-Su capacidad para pasar inadvertida es maravillosa.
Alice se puso roja y miró hacia otro lado. Kapón lanzó una carcajada y dijo:
-Si que era tímida, si. Y normal, es insignificante.
Rika le pegó un codazo en el estómago, y cayó de rodillas con expresión dolorida. Alice susurró algo, y Neo le pidió que repitiese.
-Tenemos que viajar hacia el norte, para llegar a la capital. Hay que caminar por todo el Mar de Hierba, al menos un día andando.
-¿Un día andando? -exclamó uno de los del equipo marciano.
-Si, un día entero. Igual hay una ciudad más cercana, pero está al sur. Podríamos dividirnos en dos, así aseguramos que encontraremos ayuda en el sitio donde vayamos- dijo Neo.
-Buena idea, Neo. A ver, yo, Rika, tú y Alice al norte, y al sur, Kapón y mi equipo. ¿Bien?
Kapón se alzó para protestar, pero Rika le calló con un gesto de la mano y dijo:
-Encantada. Vamos.
Y los dos equipos se dividieron, uno al norte, y otro al sur.

En la zona del accidente, la nave ardía brutalmente, y los árboles cercanos estaban ya medio carbonizados. Y por el bosque, tres sombrías siluetas se aproximaban...

Posted by Rodolfo | en 3:17 | 2 comentarios