Escribiendo en las sombras

Bueno, sé que lo estabais esperando... Na, en realidad no. Aquí va el capítulo 5:

Capítulo 5

Larry abrió los ojos y se vio en la misma habitación de antes. Incluso estaban todos los que estaban antes, hasta Kapón, que estaba apoyado en una esquina, mirándolo con desprecio. La doctora Harkness le miró y le preguntó:
-¿Qué era lo que habías dicho antes de desvanecerte?
-Bueno... Que sé lo que me pasa.
La doctora Harkness observó la seriedad que tenía la cara de Larry cuando dijo eso, y comprendió que estaba diciendo la verdad.
-Así que... ¿Qué es lo que te pasa?
-Desde joven, bueno, desde que tengo uso de razón, recuerdo que
al tomar ciertas decisiones, sentía algo extraño dentro mío, como un fuerte vértigo. Pensé que era una enfermedad y acudí a los médicos, que sin hacerme pruebas ni nada, porque no las creían necesarias, me decían que yo estaba bien, y que debía ignorar el vértigo. Siguiendo su consejo, no hice ni caso la siguiente vez que me pasó. Esa vez fue diferente, muy diferente. La sensación de vértigo fue aumentando, y cuando estaba apunto de salir de casa para ir a visitar a un amigo, caí al suelo jadeando, y me desmayé.
Cuando desperté, unos cuantos minutos después, intenté volver a salir, y esa vez si que pude salir, y me di cuenta de que la sensación de vértigo había desaparecido. Y cuando miré a mi alrededor... un autobús se había estampado contra una farola y había ardido. Cuando pregunté a los bomberos que estaban apagándolo, me dijeron que había pasado hace 5 minutos más o menos. Si hubiera salido de casa, habría muerto.
Todos los que estaban a su alrededor le miraron con asombro, menos Kapón, que seguía mirándolo con desprecio desde la otra esquina de la habitación.
-Pero... eso es imposible. Nadie tiene esa capacidad. ¿Por qué tú?-preguntó Alexia.
-No lo sé...-dijo Larry.
La doctora sacó unas hojas y dijo:
-Tal vez esto nos indique el porqué. Son los resultados del bioescáner y del análisis de sangre.
Las observó con detenimiento, y de pronto, retrocedió unos pasos.
Todos la miraron con sorpresa y Rika preguntó:
-¿Qué pasa, doctora?
La doctora se puso una mano en la frente, y sudando, dijo:
-Debe haber algún error. Tiene que haber un error.
Rika cogió las hojas y les echó una ojeada. Larry la observó y, durante una fracción de segundo, le pareció ver en su cara una sonrisa de victoria, aunque inmediatamente después, preguntó con un susurro:
-Larry... ¿Qué recuerdas de tu infancia?
Larry la miró con sorpresa y contestó:
-Ahora que preguntas, no tuve infancia. Me encontraron a los 14 años y me adoptaron.
-¿Quién te adoptó, Larry?-preguntó Alexia.
-Mi hermano... -susurró Larry.
-Pero... ¿no sería tu padre entonces?
-Je... Legalmente sí, pero como él solo era cuatro años mayor que yo, me pidió que lo llamara hermano. Y yo le recompensé volándole la cabeza...
La doctora, Rika y Kapón le miraron con asombro.
-¿Le volaste la cabeza?-preguntó Rika.
-No tenía elección. Era eso, o acabar junto con él en Nueva Alcatraz.
-No creía que tuvieses tanto aplomo como para matar a tu hermano. Te felicito-dijo Kapón.
Rika le dio un empujón y le gritó:
-¿Pero tú estás mal de la cabeza, atontado?-dijo y dirigiéndose a Alexia-Que raro que tú no te hayas sorprendido por eso.
-Ya conocía la historia. Larry y yo fuimos compañeros en el Comando Delta. Bueno, él era el capitán y yo una soldado, pero compañeros al fin y al cabo.
La doctora volvió a coger los resultados del bioescáner y dijo:
-Volviendo a esto... Según los resultados... En serio, ¿jamás te han hecho pruebas en los centros de salud?
-No... Siempre que iba, los médicos decían que no eran necesarias.
La doctora volvió a mirar las hojas y dijo:
-Esto está claro... Larry... No eres humano.