Capítulo 27

Feliz navidad, Año Nuevo y todas esas cosas. Quise escribir en ese tiempo, pero estuve MUY ocupadillo, así que, bueno, aquí traigo el capítulo 27, lleno de intriga y emoción (?) No es demasiado largo, pero presenta más incógnitas todavía xD

Capítulo 27

Alexia despertó en un sofá de terciopelo, que pronto reconoció como el que adornaba el despacho de los tres líderes del Blacksteel terrestre. Se alzó rápidamente, y miró a su alrededor. Le entraron nauseas de golpe, y comprendió que ellos si que se encontraban allí. Miró al fondo del despacho, y vio tres sombras reconocibles por la gran túnica que llevaban.
-¿Dónde está Larry?-preguntó Alexia
-Lo volvimos a congelar, pero antes nos lo contó todo... Te tendremos que tener un tiempo en la base, hasta que podamos comprobar tu estado mental. Aunque, primero cuentanos tu versión de los hechos.
Alexia les contó todo lo que escuchó escondida detrás de aquella puerta, y ellos lanzaron en varias ocasiones gemidos de sorpresa. Cuando acabó, se miraron y asintieron con una sincronía perfecta.
-Bien, ¿nos lo has contado todo?
-Sí, y no estoy loca. Podría estarlo, porque nada encaja...
-Oh, sí, si que encaja, señorita Santana.
-¿Cómo que encaja?
-Ha escuchado demasiado. Así que...
Uno de los tres le apuntó con su mano, que llevaba cubiera por un guante dorado que empezó a resplandecer. Alexia intentó salir por la puerta, pero estaba cerrada totalmente, así que gritó pidiendo ayuda, sin resultado.
-Alexia Santana, soldado del proyecto Path of...
-¡Ayuda, ayuda, por favor! ¡Socorro!
-...queda condenada a perder su memoria más reciente. No nos lo ponga complicado, quédese bien quieta.
-¡Atrás, atrás!
-No necesitamos acercarnos.
El del guante dorado extendió su dedo, y de él surgió un rayo directo al cráneo de Alexia, que desenfocó los ojos y cayó al suelo, inconsciente.
-Tenía cosas muy interesantes en su mente. Ella estuvo resolviendo el puzzle...
-¿El puzzle de las ruinas? Pero es...
-Imposible, sí. Pero será necesario. Destinadla a la resolución en cuanto sea posible, y aseguraos de que no lo acaba totalmente. Voy a informar.
La sombra se enrolló en si misma hasta desaparecer, y las otras dos recogieron el cuerpo inerte de Alexia, y la llevaron al ascensor.

Por el Mar de Hierba del planeta de los Yaata, el grupo de Silver caminaba por lo que parecía una pradera infinita, hacia el norte, donde ya empezaban a divisar unas cordilleras al fondo, y algo que relucía fuertemente a su lado. Rika comentó:
-¿No os sentís más livianos en este planeta?
-La gravedad del planeta es menor que la de la Tierra, un... 12, 57% menos, para ser exactos - susurró Alice.
-Ah. Gracias por informar. ¿Y que es aquello?
Señaló a la colina más cercana, donde había varios surcos, y la hierba de los costados estaba ennegrecida.
-Parece el lugar de un aterrizaje forzoso. Esos surcos... una nave pequeña, de diseño sencillo. ¿Veis a alguien por aquí?-preguntó Kapón.
-No, solo veo hierba, hierba y más hierba. Allá al fondo las montañitas, y poco más. ¡Eh, mirad!
La hierba en torno a los surcos empezó a expandirse, hasta cubrir totalmente los huecos, y su color volvió a ser verde.
-Así que por eso la hierba está tan cuidada... Ya me gustaría tener de esa en la Tierra -dijo Rika.
Y de pronto, el suelo tembló, y a su alrededor surgieron una especie de perros marrones, con cabezas un poco más grandes a la de los perros terrestres, y con la única diferencia de lo que parecía una pústula roja en la parte superior de su espalda, que brillaba mucho. Entonces, escucharon una voz en su mente, que decía, con tono inexpresivo:
-¿Quienes sois, intrusos?
-¿Hablan con telepatía? ¿Son los Yaata? - preguntó Kapón.
-Hay que pensar para que te escuchen, zopenco - dijo Rika, pegándole una colleja.
- ¡Ay! ¿Sois los Yaata?
-No somos los Yaata. Somos los Guardianes del Mar de Hierba, guardamos el Mar de intrusiones. Solo los maestros pueden venir aquí. Marchaos de inmediato.
-Solo queremos llegar a una de vuestras ciudades, y no tenemos transporte.
-Marchaos de inmediato.
-Pero, ¡no podemos!
-Salid de nuestro territorio de inmediato. ¡AHORA!
Todos sintieron un pinchazo en el cerebro que les confundió y dejó atontados. Entonces, los perros se pusieron en formación de ataque, y empezaron a gruñir.

Posted by Rodolfo | en 5:03

2 comentarios:

Áurea dijo...

UaU, perdon por no comentar (Pereza navideñaaaaaaaaaaaa)
no me gusta el apellido de Alexia, tuve una mala experiencia con una persona que tenia ese apellido, pero por lo demás está genial, aunque es una pena que la hayan borrado la memoria y todo eso... hummmm en fin que sigas escribiendo.

Rodolfo dijo...

Uh, que te pasó con un Santana? :3

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